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Perlas de una Copa que está en buenas manos

PAYSANDÚ VOLVIÓ A GANAR Y ES EL DUEÑO DEL INTERIOR – La OFI tiene un nuevo campeón -Paysandú luego de muchísimo tiempo- vuelve a reeditar en su casa el título de mejor de la Copa Nacional de Selecciones de la mano de un «viejo lobo de mar» como Cabillón; campeón con la blanca a fines de los ´80 y hoy como conductor. No vamos a ser reiterativos, pero sin vueltas -esta vez ganó el mejor-; cuando se sacó de encima a Ecilda lo dijimos, era el equipo que jugaba mejor fútbol, que colectivamente no presentaba mayores fisuras en sus líneas; con un Giossa estupendo -magnífico lo de Tourn del otro lado-; una línea final aplicada; con un colectivo ordenado, tratando de darle siempre el mejor destino al balón sin abusar del pelotazo; con Sabaño – Mateauda (que se perdió la final); un Cohelo como pistón en la mitad y gente que la juega redonda de mitad hacia arriba – Rossi (nos encanta) – Andreoli un goleador de raza y en al banco por si fuera poco Angelo.

Colonia, digno, destacable, tal vez dando más de lo que a veces no se puede con fútbol -no vamos a ser reiterativos si decimos que ligó «en los cruces»- (no los eleigió, se dieron y de esa manera se fue arrimando a aquello que parecía casi una quimera y estuvo a punto de alcanzarla, con tezón, coraje, mucha humildad y un Carlos María Ravel que que fue «mandrake» a la hora de armar «el rompecabezas». Que faltaron jugadores -sin ir en desmedro de estos que dejaron todo-; por diferentes motivos claro que sí, y tal vez hoy estábamos hablando de otra historia. Pero con lo que se tuvo, se potenció al máximo y estuvo en la conversación. Con muchos puntos altos – Tourn en el arco ni hablar, clave para nosotros el más regular y rindiendo dónde le tocara Ruben «El Pitu» Suarez; Tolosa en el fondo «cansino» por momentos pero sobrio con personalidad, «EL Leo» Alvarez que muchas veces con carpeta suplió lo que muchas veces el físico no quiere; «El Coqui» que tiene para varias batallas por delante -Torres-, destellos de Marcos Perez que con más continuidad en el juego es un jugador distinto; y arriba «el desagote», cuando no hay «limpieza en la casa», escobazo hacia el frente y allí de alguna manera el goleador Facundo Rodríguez, Simón Pagua y «la aplanadora» Agustin Bombi, se encargaban de recoger, prolijear, elaborar y por ahí mandarla a guardar.

Todo esto en un un contexto donde a diferencia de su rival -en la finalísima- le faltó «hilvanar» -por sobre todo a lo largo del torneo- más colectivamente, donde muchas veces faltó ese nexo que alimentara con fluidez a los de arriba o quienes pasaban por los callejones laterales. Campeón Pasyandú. No somos eufemistas, euforicos, ni vendedores de espejitos (si Ud va más atrás – archivos) esto es un juego y cualquiera le puede ganar a cualquiera, pero desde que la blanca elimininó a Ecilda en la final del Interior anticipada -con total respeto, aquí no desmerecemos a nadie- les dijimos que ahí estaba el gran candidato a quedarse con la 16a. Copa Nacional de Selecciones. Y así fue. El fútbol no tiene misterios. A veces, algún imponderable.