CON DOS POSTURAS BIEN DIFERENCIADAS, PIT-CNT «DIO EL SÍ» A UPM 2
A mediados de diciembre, la Mesa Representativa ampliada del PIT-CNT tomó posición en favor de la llegada a Uruguay de una nueva planta de UPM.
Hasta ese momento, las declaraciones de la central habían sido de tono individual, con distintos actores (de verdad) sindicales, que expresaban su parecer, o sindicatos en particular que habían dirimido el tema en sus ámbitos internos y se expresaban.
La discusión que al final llegó, se dio luego de ser aplazada en las últimas dos Mesas Representativas, según informaron algunos medios.
Pasadas las elecciones, el tema se recobró y fue discutido y votado en la Mesa, en este caso de carácter ampliado.
Sergio Sommaruga, dirigente de Sintep, publicó en sus redes sociales que “los sindicatos con una determinación contraria al modelo que impone la inversión y los privilegios fiscales ya otorgados y ahora convalidados por el gobierno entrante, perdimos. Perdimos con holgura”; manifestó.
El resultado al que refiere Sommaruga fue determinante: 30 a 13. Para el líder sindical, la moción más votada en dicha reunión, que es de “apoyo crítico” a la instalación de la planta, se basa en un “optimismo ingenuo” sobre las consecuencias de la misma y en un “fatalismo” sobre la inevitabilidad del negocio. El posteo concluye en que el triunfo de esta moción refleja que en el PIT-CNT hay “dos opiniones claras y muy distintas” respecto del contrato de “privilegios hacia la trasnacional UPM”.
Abigail Puig, dirigente de (FUECYS) y Secretaria Ejecutiva del PIT-CNT, respecto a la votación comentó que; “siempre es doloroso no llegar posiciones unitarias, creo que es una discusión que lamentablemente se empezó y se tramitó tarde».
«Hay mucho desconocimiento sobre cómo funcionan estos megaproyectos y lo que generan”, lamentó la líder sindical. Asimismo, no ha sido prioridad “para los trabajadores y trabajadoras la defensa del Medio Ambiente y los recursos naturales, ha sido más importante la generación de empleo y de inversiones que lo otro”.
Claramente el movimiento sindical no está para administrar el capitalismo, pero también hay que ver las condiciones que uno tiene para dar algunas peleas. A mí me costaría mucho juzgar a compañeros y compañeras que no tienen una solución laboral cuando dicen que precisan trabajo para tener un plato de comida”, concluyó.