La roja mayor cayó ante Durazno y se le terminó la Copa

LA SUB 17 A 90 MINUTOS.

Son de los partidos siempre complicados. Un equipo eliminado y el otro por el » todo o nada».

Uno con la responsabilidad de ganar para seguir, el otro distendido. Si sumamos a ello que Colonia tuvo ausencias claves -F. González y C. Malán-, más alguna obligada por acumulación de tarjetas, más la variación de algún nombre para este juego -caso Suárez, no sabemos la causa de su ausencia, para nosotros en condiciones normales titular- eran demasiados movimientos para una selección roja, que nunca encontró el fútbol colectivo y respuestas ante equipos que potencialmente y en los papeles diría son inferiores futbolísticamente.

Ganó Durazno, fue 2 – 1, y dejó por el camino a una selección de las grandes del país, como los grandes de nuestro país, que deberá replantearse muchas cosas a nivel Federación, como; estabilidad de un cuerpo técnico -cualquiera sea el nombre-, sede o sedes bases en lo organizativo -no por simpatía-, acorde a infraestructura y logística y allí trabajar sin caprichos ni intereses mezquinos, y replantearse en la interna algunos «rubros o lugares», en los cuales la capacidad o el «olor a vestuario es clave». Y esto sin ir en el plano personal -la persona-, en desmedro de nadie, simplemente que Colonia es una de las Federaciones consideradas grande – grande, pesada en lo futbolístico, y merece hacerse un replanteo dirigencial a lo largo y ancho del departamento.

Cómo siempre decimos, un resultado circunstancial, no nos cambia conceptos esenciales que hacen a un todo.

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