Clientes y usuarios/as:
Desde que el Gobierno declaró la
emergencia sanitaria, luego de permitir
ingresar al país -sin ningún control- a
quienes procedían de países donde la
epidemia se había desatado, los trabajadores y trabajadoras del BROU, así como el personal tercerizado que se desempeña en el mismo, no hemos dejado de atender ni un solo día.
Pese a la cuarentena obligatoria, y a las recomendaciones del BCU de establecer tareas primordiales y mantener hasta 1/3 de las Dependencias abiertas, únicamente se cerraron dependencias en aquellas localidades donde había al menos una que
permaneciera brindando servicio. Nunca se determinó qué tareas resultaban
imprescindibles, por lo que TODOS los
servicios fueron brindados.
Los trabajadores del BROU no fuimos
aplaudidos, como en el caso de otras
profesiones, sino que, por el contrario,
somos insultados a través de las (cuándo no!) entrevistas parcializadas de los grandes medios de comunicación, y agredidos física y verbalmente en Dependencias de todo el país.
En particular, poco recuerdo tienen los medios, como Subrayado, que el 12 de marzo una compañera fue baleada por hacer su trabajo y hoy alimentan el odio de esta misma población (Paysandú) hacia trabajadores que, a pesar de los intentos y propuestas del sindicato, no han podido revertir las decisiones capitalistas y antihumanistas del gobierno anterior, profundizada por este nuevo gobierno.
El BROU no tuvo un protocolo de atención porque jamás se detuvo. Día a día, con un directorio acéfalo, esta Comisión Representativa negoció cada frasco de alcohol, cada limpieza, cada mampara, cada forma de atender, cada procedimiento, que permitiera que los trabajadores estuvieran seguros y que ustedes siguieran siendo atendidos.
Poner trabajadores contra trabajadores parece ser la herramienta de cuanto gobierno neoliberal nos preside, y la población desesperada arremete sin siquiera analizar que la riqueza de nuestro país se reparte en pocas manos, que los trabajadores y jubilados no llegan a fin de mes si no sacan un préstamo, que los intereses que el banco «país» les cobra, más el IVA, van a parar a las arcas del Estado y ascienden a más de 15 millones de dólares al mes.
Las largas filas no son producto de trabajadores «sinvergüenzas» sino de este Directorio que se negó una y otra vez a establecer atención por agenda en todos sus productos, a diferir en forma automática las cuotas de nuestros créditos «sociales» y tarjetas de crédito para trabajadores del sector público y jubilados y, por supuesto, al ingreso de personal en un momento en que la tasa de desempleo subió al 16%.
La eliminación de vacantes de este Directorio, y del anterior, es un claro atentado contra los trabajadores y clientes del BROU y, por supuesto, contra esta institución. A modo de ejemplo, hay 26 trabajadores del interior del país listos para ingresar. Su salario es el 0,18% de las ganancias que ustedes, los uruguayos, pagan al brou mensualmente por sus créditos «sociales». Estos 26 trabajadores permitirían atender a más de 1.000 clientes y usuarios por día.
A partir del 4 de mayo, y sin ninguna mesa de negociación con el sindicato, en una clara violación al Convenio Colectivo, el BROU pretende reintegrar compulsivamente a todos los trabajadores que no estén en población de riesgo. Ello aumentará exponencialmente el riesgo de contagio y el mantenimiento de la atención, ya que sin personal en reserva, un solo contagio es un banco cerrado.
Pero la economía está por encima de la salud, sobre todo si se trata de la salud de los pobres y la economía, la de los ricos.
El Directorio y el Gobierno son responsables de cada cliente no atendido, y de cada trabajador enfermo.
Un reconocimiento absoluto a todos los trabajadores que día a día arriesgan su vida y la de sus familias por mantener la cadena de pagos y la atención de los verdaderos dueños del banco: los uruguayos y uruguayas.
Exhortamos por tanto a la población a reflexionar sobre hacia dónde dirigir tan justificada ira. Dirigirla hacia los trabajadores es lo que parece que todo Gobierno quiere. No les demos el gusto.
Es desinteligente no buscar medidas efectivas para que los clientes y usuarios no concurran en masa a las dependencias del Banco. Las propuestas realizadas por el sindicato han sido o bien rechazadas o simplemente ignoradas por el Directorio.
Por todo lo expuesto deslindamos toda responsabilidad de los trabajadores. La Comisión Representativa evaluará junto con sus afiliados los pasos a seguir, si el Directorio mantiene el desconocimiento a la organización sindical que hasta el momento ha garantizado la atención de usuarios y clientes.
COMISIÓN REPRESENTATIVA BROU
AEBU – PIT-CNT