El Río Negro en su largo paseo ondoneando las costas litoraleñas, ha sido noticia muchas veces por sus desbordes, sus crecidas, también por acunar en otros tiempos algún sueño de libertad.
La rambla de Mercedes tal vez sea uno de los escenarios -paisajes-, más disfrutables cuando su calma, su caudal está en su sitio.
Con salidas y puestas de sol, paseos, espléndidos para el lugareño o los visitantes.
Sin embargo, días pasados -véanse imágenes-, el gran Río Negro, pareció cansarse de andar, correr, bañar las costas, y se tomó un descanso, «bajó a tierra».
Como se puede apreciar, una bajante histórica -hace unos días- dio lugar a otro paisaje, otras miradas, reflexiones, interrogantes. Dio lugar a caminar, por donde muchas veces parece, es imposible caminar, a observar lo más profundo, adónde muchas veces creemos no poder llegar, dio lugar… a pensar.
¿Qué será del Río Negro… seguirá siempre; corriendo igual?