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Daniela: una vida, una historia, pérdidas, triunfos, aprendizaje

DE VALDENSE A USA – DE USA A PONERSE LA CELESTE – DE LA CELESTE A LA GLORIA: SER MAMÁ.

Daniela Sarquiz, nació en Montevideo un 5 de Noviembre de 1974. Pero desde muy pequeñita supo dar sus primeros pasos en la – » ciudad jardín » – Colonia Valdense. Hoy con 45 años al mirar hacia atrás nos cuenta… » lo importante que fueron los deportes a lo largo de mi vida».

Me han ayudado en muchos aspectos de la vida, señala.

» Desde pequeña mi papá me transmitió el amor por el futbol.  El murió cuando yo tenia tan solo 7 años, pero mi pasión siguió creciendo.  

Como no había niñas que jugaran al fútbol, siempre jugué con varones.  Fue uno, de tantos momentos felices que disfruté en mi niñez. En el barrio teníamos un grupo muy lindo de niños.  Ellos nunca me discriminaron.  

A medida que fui creciendo fui probando otros deportes, como el voleibol, atletismo, hándbol, etc.  Hice de todo un poco. En atletismo competí en muchísimas disciplinas; salto largo, salto alto, lanzamiento de bala, disco y jabalina.  Carrera con vallas, posta, etc.  

A los 12 años empecé a jugar al tenis ya que un profe de Montevideo venia a dar clases.  Pedí una raqueta prestada y así comencé a jugar y competir a nivel nacional.

Por mas que hice todos esos deportes mi pasión por el futbol seguía intacta.  Miraba cada partido que había en la tele y los mundiales me apasionaban. Siempre hacia el álbum, algo que sigo haciendo hasta el día de hoy.  

Siempre me sentí con ganas de crecer y por eso me inscribí en un intercambio con Estados Unidos.  Después de varios meses de exámenes me gane una beca para ir a vivir con una familia americana por 6 meses. 
Realmente esa experiencia me cambió la vida. Me abrió la mente y me ayudó a ver que había otro mundo totalmente diferente al que yo estaba acostumbrada.  Por mas que yo hacia inglés particular en Valdense, después de 6 meses regresé hablando inglés muy bien.
Lo mas increíble fue que las posibilidades de que yo viajara eran mínimas.  Yo no contaba con dinero para pagar y dependía de una beca para 60 estudiantes.
Nunca bajé los brazos y me arriesgué, porque no tenia nada que perder. Por suerte la única beca que había disponible la logré.  Fui a Chicago a vivir con una familia americana y fui al liceo desde Enero a fines de Mayo. Fue una de las experiencias más maravillosas de mi vida.  

Después de 6 meses regresé a Uruguay.  Ahí empecé a hacer un curso de Periodismo Deportivo en Montevideo, porque quería estar relacionada con el fútbol de alguna manera.  En uno de mis viajes a la capital haciendo dedo, paró una familia americana y me llevaron a Montevideo. Contándoles de mi experiencia vivida en USA me preguntaron si me gustaría ir a la Universidad en Estados Unidos, y les contesté que si, pero que no tenia ni un centavo.  Esa familia me puso en contacto con dos entrenadores de tenis de diferentes universidades y después de varias llamadas por teléfono y de mandar documentos, uno de ellos me ofreció una beca total para irme a estudiar y jugar al tenis y al futbol femenino. 

En ese tiempo, ya con 18 años sin dudas era una oportunidad única.  Realmente me fascinó la idea de poder estudiar y hacer deportes al mismo tiempo.  Fue un gran salto, desde Colonia Valdense a USA. 

El primer año fue difícil, extrañaba bastante y no había Internet, entonces te sentías realmente mas lejos aún.  Fue un período de adaptación, de conocer cosas nuevas y ver como funcionaba todo.
Por suerte las cosas fueron encaminándose y cuando estaba cursando mi último semestre recibí una llamada para ir a Uruguay a probarme en la primer Selección de Fútbol Femenino que iba a competir internacionalmente.  Fue un sueño hecho realidad. Logré formar parte de un grupo muy lindo de chicas que al igual que yo tenían mucha pasión por el futbol.

Fuimos a Mar del Plata a competir al primer sudamericano. De ahí regresé a USA y me recibí de Licenciada en La Ciencia y el Deporte.  

Una compañía americana me ofreció trabajo y me gestionaron una visa para poder trabajar legalmente, entrar y salir del país. Después de mi trabajo de 8 horas daba clases de fútbol y tenis.  También entrenaba equipos de futbol de niñas.  

Las oportunidades que había en aquel entonces hicieron que me quisiera quedar a vivir en Usa, con la posibilidad de regresar a Uruguay cuando quisiera.  

Después de varios años, acá forme una familia y tuve 2 hijos.  Después que nació mi primer hijo, tuve una nueva oportunidad de representar a Uruguay, esta vez en Futsal.

El sudamericano fue en San Pablo, Brasil. Ahí ya con 35 años y un hijo, colgué los zapatos.

Al siguiente año nació mi hija y ahí me dedique de lleno a ser MAMÁ.  

Mirando hacia atrás me doy cuenta lo importante que han sido los deportes en mi vida.  Me enseñaron a organizarme, a ser disciplinada, a jugar en un equipo, a no darme por vencida, etc.  También como me pasaba haciendo deportes no tenia mucho tiempo para portarme mal, jajajaja.

Me cuidaba en las comidas y en descansar los días anteriores a las competiciones.  

Hoy en día sigo bastante activa saliendo a caminar o correr.  El deporte siempre será parte de mi vida porque me hace sentir muy bien «, finaliza diciendo Daniela, en esta petit recopilación, donde nos cuenta facetas, momentos, situaciones y mojones, que marcaron su vida.

Gracias Daniela por ser nuestra, gracias por ser celeste, gracias por tu enseñanza.

Con preparación, tezón, esfuerzo, y el nunca bajar los brazos ante la adversidad nos dejas un espejo al cual mirarnos… quien nos devuelve, un se puede.