Éramos pocos y …alerta! por posible llegada del avispón

MUNDO – Es originario de Japón, pero en los últimos meses se registraron avistamientos en Estados Unidos, Canadá y Ecuador.

A fin de año apicultores estadounidenses denunciaron la presencia de la Vespa Mandarina, más conocido como el avispón gigante asiático, una especie endémica de las islas japonesas que llegó a América.

Desde entonces otros países han reportado avistamientos de este enorme insecto, como Canadá y Ecuador, y por eso docentes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República encendieron las alarmas ante la posibilidad de que llegue al Río de la Plata.

Estela Santos, docente de la Facultad de Ciencias, explicó a Telenoche que este insecto «hace sus nidos subterráneos y solo están durante la primavera y el verano, y cuando llega el invierno en estos nidos sobreviven muchas reinas, solas, fecundadas en la naturaleza para establecer un nido en la siguiente temporada».

Esta avispa, de las más grandes del mundo, puede llegar a tener más de cinco centímetros de largo y un aguijón de aproximadamente medio centímetros y se cree que llegó al continente americano por barco.

«Es posible que hayan venido escondidas en contenedores (…) ahora que ya la tenemos en América del Norte puede desplazarse de forma muy fácil por frontera seca así que hay que controlar los nidos para evitar su desplazamiento», indicó Santos entrevistada por Telemundo.

¿Por qué son peligrosas? Además de que su veneno puede ser nocivo para las personas que padezcan alergias y muy doloroso para el resto, son las abejas nativas del continente las que corren un peligro verdadero.

Según explicó la experta, cuando las avispas establecen un nuevo nido necesitan alimentar a sus larvas con las de otros insectos, que encuentran fácilmente en los apiarios.

«La apicultura del continente americano corre riesgo de que esta avispa prospere y pueda invadir los apiarios de los productores, pero sobre todo es problemática porque puede atacar también otras abejas nativas (…) eso sería un caos para nuestro ecosistema porque las abejas son importantes para la polinización, para asegurar la producción de frutas y semillas de todos los cultivos», concluyó.