¿ORGULLO… VERGÜENZA, INDIGNACIÓN, IMPOTENCIA?
OPINIÓN – Somos especiales, en fútbol, basquet, ciclismo, socio-culturalmente. Sabemos declarar para la tribuna, sabemos todos de todo -deportes, medicina, política, biogenética, economía-, sin pisar el pasto, sin olor a vestuario, sin saber a andar en bicicleta, sin pasar por las aulas… sabemos.
Claro… Hasta que piensas diferente. Ahí ya no sabes tanto, o nada, y aparecen las etiquetas, muchas veces de «los sabiondos» que te mencioné antes.
Somos especiales.
Tanto que vivimos en un país donde los presos están en «Libertad», tenemos un «Arroyo Seco», el caballo más rápido llegó a ser «Relento», entre otras cosas, y nos consideramos «tan vivos» que nuestros relatores pregonan a los cuatro vientos «que vendemos cara la derrota». Hay que ser especial para vender una derrota… y cara.
Pero así somos. Especiales.
Nos hicieron creer hace muchos años que diseñar, fomentar LAS OLLAS POPULARES, era poco más que ganarse – pagarse, el boleto al cielo. No me acuerdo ya cuando nos hicieron, o me hicieron creer que eso estaba bueno.
Creo que nunca me lo creí, como la ayuda de las grandes O. mundiales… a otro nivel.
El hombre es un animal de costumbre, y lo acostumbraron a repetir que LAS OLLAS POPULARES era un buen canal Solidario.
Soy de los que cree que pueden ser un medio «momentáneo, circunstancial» ante una situación puntual, transitoria rápida -una creciente, un sismo, etc.- NO ante eventos extendidos en el TIEMPO -una pandemia lo es-, donde a quedado al descubierto el «tejido social» que han elucubrado, creado, y destruido quienes manejan el Sistema -izquierda, derecha, centro, elige tú-, esos por lo que tu peleas y te hacen esclavo del socio-canibalismo devorador y digitador de generaciones.
Donde el mejor negocio para ellos es que todos estén enfrentados con todos, divididos.
Y nosotros somos tan especiales – o algunos, alguno piensa todavía – que llegamos a hacerle un Culto a las OLLAS POULARES, cuando en realidad, ¿sabes qué?, la gente debería elegir qué, cómo y dónde comer desde su propia decisión y por sus propios medios, NO hacer colas, filas para obtener un plato de comida, socavando la dignidad de las personas.
Pero somos ESPECIALES y como nos ganó el «GLOBALISMO», no la Globalización, hemos comenzado a llamar a lo normal – anormal, a lo malo-bueno, y a lo bueno malo. Y así vamos -no te sigo, voy en contrario- rumbo a la bancarrota.
O tu crees que algún hombre, alguna ideología, alguna hueca filosofía, alguna secta filantrópica arreglará esto.
No te confundas, a muchos les sirve «mantener» las ollas populares, pero no es la forma, ni el medio de vida.
Y no importa YA, quien lo hizo, quien no lo hizo, quien dejó, quien CREÓ millones de pobres aquí y acullá, entrar en esa dinámica es MEDIOCRIDAD, lo que importa es que dejemos de ser Especiales, «los inventores de la pólvora», y seamos normales… que cada uno coma donde tiene que COMER… EN SU CASA, con su pan ganado dignamente.
Que no quieran seguir vendiéndonos «el obelisco», venga quien venga… – ya no lo compra nadie -, y que se comience a colocar cada cosa en su lugar o intentarlo.
El tiempo se agota. Queda muy poco para pasar raya, y seguro que aquellos a los cuales hoy las cuentas parecen darles superávit, en el día que hagan su recuento final,… Oh sorpresa cuando vean sus números en rojo.
TODO TIENE SU TIEMPO… y para TODOS.
No hay vuelta. Por más ESPECIAL que te creas.
Alex Hernández