ESTO EN MUCHAS OCASIONES PUEDE SER PARTE DE «LA LETRA CHICA».
OPINIÓN – Talvi renunció a su banca en el Senado y rechazó cobrar el subsidio de ex legislador.
Quien quedará en ese lugar es la senadora Carmen Sanguinetti, quien fue elegida primera suplente de Talvi y que asumió la banca en la Cámara Alta cuando el economista se integró al gabinete.
“Queridos amigos”. así eligió Ernesto Talvi encabezar una carta a sus dirigentes políticos en la que anunciaba su alejamiento definitivo de la actividad política.
Ernesto Talvi renunció este jueves a su banca en el Senado –cargo para el que fue electo en las pasadas elecciones de octubre- y también rechazó cobrar el subsidio que le correspondería como ex legislador, de acuerdo a lo que informó Telenoche Canal 4 y confirmaron fuentes del Partido Colorado.
La Ley Nº 15.900 establece en su artículo 5 que los senadores –entre otros cargos políticos o de particular confianza- “que no hubieren configurado causal jubilatoria anticipada al momento de desvinculación de los mismos, tendrán derecho a percibir durante un período equivalente al triple del que ocuparon aquellos y hasta un máximo de tres años a contar desde la fecha del cese en los mismos, un subsidio equivalente al 85% del total de haberes del cargo en actividad”.
De esta manera Ernesto Talvi; que ante los «ojos ajenos», pareciera no tener el derecho a elegir o decidir sobre su propia vida, marca; – ¿Ud. sabe si está enfermo, un hijo, un familiar… alguna circunstancia particular, cualquiera, que Ud no conoce, que lo halla llevado a tal determinación? -, le puede caer simpático o no, algo distinto… se va, pero no se lleva nada de arriba.
Tal vez el hombre – con errores, defectos, alguna virtud – peca de demasiado honesto para la política de hoy día, y Ud. peca de «demasiado atrevido» -porque para mirar la paja en el ojo ajeno, y no ver el paraíso en el suyo y señalar-, sin siquiera saber que pasa en y por la vida del hombre, – miles, decenas de miles de uruguayos como dice mi tío el Pocho – son» como mandados a hacer». Santulones y llenos de Sabiduría todos.
Y nada, ni nadie más lejos, tal vez en los procederes, y las ideas que Ernesto pueda o pudiera llevar adelante, que quien escribe. Pero aún pensando muy distinto, en ésta, mis respetos, y se la llevo. Podría ser como pusimos al principio «parte de la letra chica»,
pero letras sin colores, objetivas, «sin ataduras».
Alex Hernández