CON EL CUENTO DE LA MANO DE OBRA – GENERACIÓN DE EMPLEOS.
Y por algún «mono» que baila por la plata.
OPINIÓN – Ganamos un juicio a una tabacalera monstruo a nivel mundial. Fuimos a fondo. Notable. FUIMOS EJEMPLO. No al tabaco. – deberíamos decirle NO al alcohol -, pero le dimos rienda suelta a la marihuana , – primera puerta de inducción a las drogas -, aunque en la verborrágica dialéctica política la dibujen como quieran.
Poco entendible. Muchas contradicciones. ¿O alguien nos está usando como «conejillo de indias» – ante el mundo – un «petit laboratorio»?
Porque hoy, «las relaciones carnales», como en determinado momento lo titulaba algun sector político, para ilustrar reuniones, tratos, acuerdos, con los grandes bancos mundiales FMI, los Soros, Reagan, etc., no son propiedad de un partido o dos… Todos los partidos – hasta los más críticos abdicaron – en definitiva, «cayeron en la tentación carnal» y terminaron abrazados a los que te dan «un besito» y vos tenés que darles todo; si no, «no hay tranza».
Ahora llegó la maravillosa Industria del Canabbis, y parece que hay que darle para adelante, tal cual pensaban y piensan otros, con el repetido slogan… «cannabis medicinal», y en lugar de crear huertas orgánicas, en un país de miles y miles de hectáreas de campo, paisajes y lugares para desarrollar el turismo, mentes brillantes para incentivar la ciencia, -exportar conocimientos- no empujarlos a partir, industrias, construcción, ni hablar del Agro y la ganadería y más… NO.
Esto es más fácil y redituable seguro, para unos pocos. Claro de la otra manera hay que laburar e implementar las hasta hoy – Siglo XXI estamos -, «mentirosas políticas de Estado», un cuento que se ha llevado decenas de generaciones, -peleando por supuestos ideales- sin concreción nunca, y que aparecen como bandera en todas las campañas y en boca de todos; pero luego faltan a la cita.
Triste realidad, vendemos no solo la tierra, sino en muchos casos el alma, y no al bajo precio de la necesidad, porque no tendría que haber necesidades en un país que perfectamente, puede ser AUTOSUSTENTABLE, sino al carísimo precio de «congraciarnos con el mundo»; -EL MUNDO NOS VE BÁRBAROS- y nosotros somos cracks «en fingir», que somos bárbaros; a sabiendas de que no son estos «negociados», los que van a erradicar la pobreza, los asentamientos, «las ollas populares» -que no deberían ser lo normal-, los niños con hambre, las familias con frío, a las cuales en lugar de tenderles la mano, les siguen «tirando migajas», o algún carguito, para que te sientas cómodo, «al solcito y comiendo tanjerinas», como dicen por ahí.
Así vamos… marchando, quien sabe hacia dónde…
Alex Hernández