Desde el arranque el partido se vio accesible a los tricolores, no era necesario ser muy «ducho» para ver las enormes carencias del equipo venezolano.
Ya a los 6′ Brian Ocampo lanzado por derecha desbordó y puso un centro que entre Araque y el zaguero -que aún nos preguntamos si estaba enyesado- Del Castillo no llegaron a despejar, apareciendo Thiago Vecino sólo en el segundo palo para empujarla la red y poner el 1-0 parcial.
El tanto en el inicio del juego casi, trajo tranquilidad en los albos, que se vieron sorprendidos con dos subidas de Manrique que pudo costarle caro, pero la falló en la definición, y Nacional cada vez que atacaba hacían sufrir a una defensa realmente calamitosa.
Nacional casi sin transpirar era muy superior a su rival y no demoró en llegar al segundo a los 27′. Un córner que levantó Gedoz encontró a Vecino para cabecear, Araque tapó, -la defensa clavada como en el fuybolito- Orihuela reaccionó rápido y no perdonó para anotar el segundo tricolor.
Una buena jugada colectiva por derecha de los vinotintos en la adición de la primera etapa terminó en una buena definición de Ronaldo Rivas para el descuento que dejó el partido abierto con vistas al complemento, y con las dudas que genera el albo cuando le toman la pelota a espaldas de «los laderos».
ARRANQUE BOLSO A LA ESPERA Y LIQUIDACIÓN
El segundo tiempo empezó con Estudiantes más animado por el descuento, con un equipo uruguayo retrasado -demasiado para el rival que tenía enfrente-; un par de remates de Edinson Flores de media distancia avisaron, y Munúa apostó a variantes, metiendo en cancha a Méndez, Trezza y Sebastián Fernández.
Un pase estupendo de Fernández para Trasante que entró al área a toda velocidad, hizo que el golero lo derribara y el árbitro sancionara el penal que Thiago Vecino transformó en el 3-1 que puso calma y punto final al trámite.
El local sin demasiadas con muy pocas ideas fue, ante un tricolor que dejaba correr el tiempo sabedor que los tres puntos le daban la clasificación a la próxima fase con puntaje perfecto.