HACIA AHÍ VA EL MUNDO, LLAMARÁN A LO BUENO, MALO Y A LO MALO, BUENO.
Nadie descubre nada Lo que ya fue es hoy. Y lo que es, ya ha sido.
A los que hemos conocido «el manual de Vida «, ese que los Espiritus oscuros que manejan el Sistema rechazan, no puede sorprendernos, para nada la noticia, pues aquí -en nuestro país-, también hay muchos «legalistas incorrectos».
Así estamos, así está el mundo, hacía allí va, «dibujando – torciendo discursos», manejando masas a su manera, muy sutil.
Así se maneja el Nuevo Orden, sutil, persistente, progresivamente… una vez no, dos veces no, pero a la enésima te lo instalan al asunto casi «con naturalidad», es la metodología y en todos los ámbitos.
En Argentina en la jornada de ayer ; el Senado argentino legalizó el aborto voluntario hasta la semana 14 de embarazo.
El texto, que ya había sido aprobado por los Diputados el 11 de diciembre, recibió 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.
El proyecto permite acceder libremente al aborto hasta la semana 14 de gestación, que fue impulsado por el Gobierno de Alberto Fernández y era un reclamo histórico de los colectivos feministas.
El texto, que ya había sido aprobado por los Diputados el 11 de diciembre pasado, recibió los votos a favor de 38 senadores, 29 en contra y una abstención, tras una sesión de 12 horas y durante la que miles de personas, a favor o en contra de la ley, se concentraron a las afueras del Congreso a la espera del resultado.
El proyecto representa un fuerte cambio respecto a la situación actual -en la que solo se permite abortar legalmente si la mujer sufrió una violación o corre peligro su vida- y autoriza la objeción de conciencia de los facultativos que no quieran participar del aborto, pero siempre que deriven con rapidez a las pacientes a otros profesionales que lo lleven a cabo.
Al conocerse el resultado de la votación, la multitud de personas congregadas a las puertas del Parlamento dentro de la marea verde -como se conoce a los grupos que apoyan la legalización- lanzaron gritos de júbilo y emoción, en contraste con la decepción de los celestes o colectivos «provida», que rechazaban su aprobación.
Tan lamentable como real, pero como en el principio, Sodoma y Gomorra ya fueron, y lo que fue, es hoy. Nada nuevo.
Alex Hernández