Peñarol ganó su tercer partido consecutivo en Sudamericana logrando puntaje perfecto y quedó primero cómodo en su serie.
En un partido raro, entreverado, entrecortado – sobre todo en la primera mitad -, el aurinegro termina ganando 3 – 0 un juego donde el nivel futbolístico no fue bueno en líneas generales, y el marcador tal vez no sea el reflejo de lo que se vio en cancha.
¿Es justa la victoria? Creemos que sí, porque en el balance general Peñarol termina imponiendo no tanto en el colectivo, sino por sus individualidades; su supremacía sobre un elenco paraguayo que lo inquieto poco y nada.
Gargano el termómetro en la mitad del terreno, si funciona «el Mota» medianamente bien Peñarol se planta como un equipo ordenado, prolijo, con Trindade como «Sancho», (acompañando) y desde allí apela a las apariciones de Torres y Terans para la generación de algún circuito con Giovanni González y las subidas de Piquerez. Álvarez Martínez demasiado estático en esta oportunidad apareció poco.
En lo defensivo no pasó sobresaltos ante un equipo paraguayo que sólo buscó la cabeza de Dionisio Pérez que si bien ganó toda la noche de arriba – buscando de espaldas -, no tuvo receptor en la jugada siguiente facilitando el trabajo aurinegro. Nada nuevo ni diferente lo mostrado por Peñarol, tampoco hizo el gran partido.
Repite oncena es positivo, deberá hacer algún retoque.
Encontró el gol en una pelota quieta Kagelmacher, en el segundo palo en solitario, luego alargó la diferencia Torres, tras un penal mal cobrado y ya en el final a través de Canobbio – qué conjuntamente con Schiappacasse le ponen una marcha más al fútbol de tres cuartos de terreno hacia adelante – llega el 3-0 definitivo.
Altamente positivo el resultado por los números que logra Peñarol en la serie qué lo hacen sostenerse al tope de la tabla y con comodidad una diferencia que si la maneja bien, casi – casi le está dando el pasaje a la próxima ronda.
Allí para nosotros comienza la Copa Sudamericana para el carbonero, de seguir.
Hasta aquí ha hecho bien los deberes , correcto; y nos parece tal cual lo que demanda la historia para una primera fase de Copa Sudamericana.