Si alguien pensaba que se podía perder un punto con esta selección boliviana, seguro era un abonado a sacar el 5 de Oro.
Analizar el juego sin caer en lo emocional, la euforia y caer en las falsas expectativas ; no es fácil.
Se le ganó a Bolivia bien, siendo superior el equipo celeste durante los 90 minutos, generando sobre el arco de Lampe – que fue figura – muchas situaciones de gol pero sin poder quebrarlo casi hasta el final; ya que el 1-0 fue producto de un gol a propia puerta de un boliviano.
Ganó con justicia Uruguay.
Evaluar la mejoría o no en el juego ante una Bolivia, qué es la peor selección de Sudamérica sería muy trivial, superfluo.
Lo importante en estos juegos, es generar confianza, dándole lugar a jugadores como Nández – ahí y sólo ahí – ubicar bien en el terreno a Valverde, darle minutos a De La Cruz – un jugador fundamental en el esquema -, para nosotros Cáceres es titular ; insistir dándole partidos a Torres que cada vez que está en cancha demuestra ser quién tiene la mejor sintonía con los dos de arriba.
Cavani otra vez el mejor -colaborando, repartiendo juego, y llegando a definir- y Suárez que no está fino, pero representa un peligro latente para cualquier defensa.
Lo de Bolivia muy pobre, menos que tibio, con toquecitos laterales, para nada dañinos, sosteniendo los embates rivales basado en un muy buen trabajo de un arquero en gran momento como Lampe.
Positivo, las chances de gol generadas -ojo, ante Bolivia-, lo preocupante, la falta de definición, y la zona izquierda en defensa.
Se ganó, se cumplió, poco para analizar en profundidad, por la talla del oponente.
Clasifican 4 de 5 en la serie, era el único rival a vencer.
La historia comienza la semana que viene.
Siempre, siempre ganar es bueno.