Según se informó, ANEP – para nosotros de una manera atrevida -, exhortará a las familias a que vacunen a los niños contra el COVID-19.
Robert Silva, – quien debería hacer más foco sobre otros temas inherentes a su función – presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) , de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), recordó que desde el comienzo de la emergencia sanitaria las autoridades educativas exhortan – esperemos no se llegue a «la obligatoriedad de facto» como en otros rubros y actividades – a docentes, funcionarios y estudiantes a inocularse.
En este caso de los niños menores de 12 años, cabe recordar que hubo una explícita recomendación de la Comisión de Farmacología de la SUP, que consideró en un claro informe » la no recomendación de la inoculación en los niños».
No obstante ello, adelante, sigamos, y si hay que avasallar, que así sea, según estos muchachos.
Ya se viene «craneando» sobre la próxima etapa de vacunación, que abarcará a niños de entre cinco y 11 años, sostuvo: «No lo hemos resuelto aún pero estoy convencido de que vamos por esa línea».
Y se podría afirmar que sí, porque ya se ha comenzado con los mensajes publicitarios – algunos subliminales, otros que inducen, tan repetitivos y consecuentes – que aún habiendo discordancia en cuanto a si es necesario inocular esta franja, ellos están decididos a ir por los niños.
Dependerá de los padres.
A nivel personal, – y para nosotros de manera equivocada -, dijo Silva, que otra cosa podía decir, si quiere seguir en el gobierno; » opino que los niños, con sus familias y con las autorizaciones correspondientes, existiendo informes técnicos y de reguladoras internacionales que lo avalan, deberían inmunizarse».
No me merece, mayores comentarios, las expresiones de Silva, si indicarle que, tal vez sea mejor que se dedique de lleno a lo suyo, que en materia educativa hace rato largo venimos en el debe ; y » pinta» – como dicen los gurises – pocos cambios.
Alex Hernández