El carbonero, con gol de cabeza de Ramón Arias, tras un tiro libre ejecutado por Cepellini; derrotó 1-0 a Nacional en Maldonado. Una pelota quieta; una vez mas resultó decisiva; en un fútbol chato como el nuestro.
Ramón Arias anotó a los 7′ del ST el gol que valió el triunfo clásico y le dio la Copa «Tricampeones del Mundo».
En juego con mucho peaje en zona de volantes, Peñarol en líneas generales fue superior; sin ser nada del otro mundo; repitiendo en la búsqueda de Laquintana y su velocidad; que volvió a ganar por su sector; fallando en la definición.
Peñarol mejor ensamblado – por continuidad en nombres – mostró algunas deficiencias en la última zona que pudieron costarle caro si la pelota final hubiera tenido buen destino o la puntería de Fernández hubiera estado mas fina.
Un clásico de verano que sirve muchas veces para marcar terreno; pero por sobre todas las cosas para sacar conclusiones por parte de los técnicos de cara a la competencia futura.
Poco para destacar. En Peñarol; la expectativa que genera el chico Cruz que muestra muy buenas condiciones; nos encanta Saravia para nosotros con «pasta de crack»; y en Nacional sobre todo en la segunda mitad un buen rendimiento del colombiano Alex Castro; la madurez de Carballo y mucho para trabajar en un equipo que se está armando.