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HEMOS CREÍDO MAL, NOS PINTARON REYES EN CASTILLOS, EN LIMOSINAS DONDE NO HAY RIQUEZAS.
Dónde el orin y las polillas corrompen.
POR Alex Hernández – La mala información, tu entorno o el mundo, te han pintado un dibujo erróneo, alimentando tu EGO, el que acdu vez; tantas veces te hace sentir un desdichado.
La mayor riqueza, – no tiene formas – está en tu interior.
El Amor, la Humildad, la Bondad, la Misericordia, la Templanza, la Paciencia,… no se compran en la Farmacia.
El verdadero REY y SEÑOR DE SEÑORES, no necesita de lujos, ostentación de riquezas para demostrar que con su perfecto AMOR, tiene dominio y control de todas las cosas.
Emprendía su camino a la Cruz – hacia nuestra redención -, montado en un «burrito». Fue aclamado, vivado, aplaudido, por la multitud.
La misma multitud que una semana después lo condenaría, – parece increíble – para que se cumpliera la Escritura.
MATEO 21
Jesús entra en Jerusalén
21 Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén. 2 Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos:
«Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos. 3 Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá.”»
4 Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio del profeta:
5 «Díganle a la gente de Jerusalén:
¡Miren, ahí viene su rey!
Él es humilde,
viene montado en un burro,
en un burrito.»
6 Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado. 7 Llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén.
8 Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo. 9 Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:
«¡Sálvanos, Mesías nuestro!
¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios!
Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!»
10 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía:
—¿Quién es este hombre?
11 Y los que venían con Jesús contestaban:
—¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de GALILEA.
A
JESÚS, EL VERBO, DIOS HECHO CARNE.
El Rey esperado por todos; el que no necesitó, ni necesita misiles; armas nucleares; ni violencia para tener control sobre el mundo ; tan simple, sencillo y real como su AMOR, para vencer y derribar todas las murallas de odio, rencor, división,envidia, angustia ; depresión y aún hasta la misma muerte.
En SU AMOR está el Poder.
