El libro Memorias del Regreso.
La vuelta de Wilson Ferreira al Uruguay fue presentado hoy a las 19 horas en el Palacio Legislativo
Por ANDRÉS LÓPEZ REILLY -Jueves, 16 Junio
El 16 de junio de 1984 quien escribe esta nota tenía 11 años. De aquel día, en el que regresaba del exilio Wilson Ferreira Aldunate, mantengo dos vívidos recuerdos. El primero es de cuando caminé por Bulevar Artigas hacia la casa de mi abuela, en Punta Carretas, y vi a un lado del Club de Golf una fila de tanquetas de guerra. No sabía que existían. Y jamás las volví a ver, tal vez porque eran los estertores de la dictadura, o porque se pusieron obsoletas. El segundo es de cuando el caudillo blanco pisó el puerto y fue detenido. Como muchos miles de uruguayos, seguí la transmisión de ese hecho histórico a través de la televisión, que hacía pocos años había estrenado el color. Me quedó grabado a fuego el minuto en el que Ferreira se dio vuelta, miró a la multitud y alzó sus manos haciendo la “V” de la victoria. Fue un momento cúlmine, que inmortalizó una de las postales más icónicas que existen del fin de la dictadura y el retorno a la democracia.
Los movimientos militares de aquél día, lo supe después, eran visibles en varios barrios de la ciudad, pero obviamente las miradas estaban puestas en el puerto, por el arribo del Mar del Plata II, un barco proveniente de Buenos Aires, popularmente conocido como El Vapor de la Carrera. Buena parte de la armada uruguaya de guerra rodeaba a la distancia al buque de pasajeros. “Me dio tristeza por el Uruguay. ¡Qué falta de mesura y hasta de elegancia de parte de un gobierno! ¡Hacer todo ese despliegue militar contra un dirigente político que volvía a su país con su mujer, sus hijos, sus nietas, y un grupo de seguidores políticos, todos desarmados!”, dice Juan Martín Posadas, autor del libro Memorias del Regreso. La vuelta de Wilson Ferreira al Uruguay.
El exsenador y exsacerdote uruguayo era unos de los pasajeros del Mar del Plata II, en el que viajaban correligionarios y amigos de Ferreira como Gustavo Borsari, Germán Araújo, José Claudio Williman, Alberto Volonté, Jorge Machiñena, Gonzalo Aguirre, Walter Santoro, Ana Lía Piñeyrúa, Pablo García Pintos, Carlos Julio Pereyra, Wilson Elso Goñi, Alem García y Matilde Rodríguez Larreta. También estaban el escritor Enrique Estrázulas, el cantante Pablo Estramín y los periodistas Walter “Serrano” Abella, Aníbal Steffen y Hugo Modino.
Con los años, muchos aseguraron haber venido en ese barco. Algunos porque efectivamente lo hicieron, otros por querer ser parte de la leyenda. “Siempre hay un poco de folclore. Y la gente se da dique. Si usted va a una charla de boliche y dice eso, termina siendo Gardel”, comenta el autor del libro entre risas.