COVID 19: Cuando los relatos empiezan a caer

FUENTE : Revista Extramuros

Tribunal Supremo de Estado de New York: “Estar vacunado no previene a un individuo de contraer o transmitir Covid 19”. Decreta retomar a todos los despedidos por no vacunarse, y pagarles lo adeudado

* “La orden de vacunación obligatoria no tuvo que ver con la salud pública. Su tema fue la obediencia”.

CONTRARRELATO

Un Tribunal Supremo del Estado de New York ha ordenado a la ciudad de Nueva York que vuelva a contratar y pague salarios atrasados a los empleados públicos que fueron despedidos por negarse a vacunarse contra Covid-19.

David Chokshi, comisionado de salud de la ciudad, había emitido una orden en octubre de 2021 exigiendo a todos los empleados de la ciudad que se vacunaran contra el virus. Posteriormente, Chokshi emitió una orden similar para los empleados del sector privado; el alcalde Eric Adams firmó una orden ejecutiva complementaria a este último mandato que establecía exenciones para atletas, músicos y otros artistas.

El tribunal consideró, el día 24 de octubre de 2022, que tanto la orden de Chokshi como la de Adams eran “arbitrarias y caprichosas”, al tiempo que estimó que la de Chokshi violaba la Constitución del Estado de Nueva York.

“El Comisionado de Salud no puede crear una nueva condición de empleo para los empleados de la ciudad, […] no puede prohibir a un empleado que se presente a trabajar […] [y] no puede despedir a los empleados. El alcalde no puede eximir a determinados empleados de estas órdenes“, reza el dictamen, cuyo autor es el juez Ralph J. Porzio.

En el capítulo de Conclusiones, la sentencia dice: “Estar vacunado no previene a un individuo de contraer o transmitir Covid 19. Al día de esta sentencia, las orientaciones del CDC respecto de cuarentena y aislamiento son las mismas para individuos vacunados y no vacunados (…) la vacuna contra Covid-19 no es un absoluto. Hay casos de enfermedad aun entre quienes han sido vacunados y tienen los refuerzos.”

“La orden de vacunación obligatoria para los empleados de la ciudad no fue algo vinculado a la seguridad y la salud pública: su tema fue la obediencia. [“The vaccination mandate for City employees was not just about safety and public health; it was about compliance”]. Si hubiese tenido que ver con la salud pública, los individuos no vacunados habrían sido apartados de sus puestos de trabajo en el momento en que la orden fue emitida. Si hubiese tenido que ver con la salud pública, el Comisionado de Salud habría emitido una orden para que se vacunasen todos los residentes de la ciudad.”

En una parte de su fundamentación, la sentencia agrega:

“Esta Corte encuentra que, a la luz de las siguientes consideraciones, la orden de vacunación obligatoria para empleados públicos y privados es caprichosa y arbitraria.

No hay nada demostrado en los registros sobre por qué hubo una orden de vacunación obligatoria emitida sólo para los empleados públicos en octubre de 2021. Esta Corte señala que las tasas de Covid-19 promediaban menos de 1,500 casos por día en octubre de 2021, mucho menos que los promedios de Covid-19 hoy día.

No consta ninguna demostración de por qué la orden de vacunación obligatoria para el sector privado fue emitida meses más tarde, en diciembre de 2021.

No consta ninguna demostración de por qué se emitieron exenciones para determinadas profesiones en marzo de 2022 bajo la orden ejecutiva N. 62.

No consta ninguna demostración de por qué los empleados fueron mantenidos en servicio durante la disputa de meses de sus apelaciones.

No consta ninguna demostración de por qué un test de anticuerpos no era una alternativa aceptable a la vacunación, salvo por un único estudio del CDC…”

La sentencia también observa que las órdenes de vacunar a ciertas partes de la población por períodos indefinidos de tiempo exceden las competencias de los órganos de salud pública que las emitieron, que no están en condiciones de proceder de un modo tal, que es “similar a legislar“. Observa que los empleados de la ciudad jamás fueron sometidos a la exigencia de una vacuna como condición para ser contratados. Observa la violación de un derecho constitucional, al observar que “los miles [de habitantes de la ciudad] que no están vacunados son responsables por su propia salud. Eligen por sí mismos si vacunarse, o si arriesgar una infección. Los empleados de la ciudad deben tener también el derecho a decidir respecto de su propia salud“

“Si se tratara de seguridad y salud pública, nadie estaría exento. Es hora de que la ciudad de Nueva York haga lo que es correcto y lo que es justo“, concluyó Porzio, quien también agrega entre las conclusiones que la sentencia no pretende ser un comentario sobre la eficacia de la vacunación.

La ciudad ha presentado un recurso contra la sentencia.

En la imagen principal, Juez Ralph J. Porzio, redactor de la sentencia.

El original de la sentencia puede leerse completo a continuación. DESCARGAR AQUÍ

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