Por Néstor Pedreira
OFI dejó de ser una organización sin fines de lucro, mal reza su prólogo y lejos quedó la voluntad de mantenerla independiente y autónoma… rehenes de esa política han quedado las instituciones del interior, desorientadas por la desidia de quienes deberían salvaguardar su existencia.
Las exigencias económicas, de infraestructura, profesionales y reglamentarias son inviables para un alto porcentaje de clubes del interior y es el primer síntoma de una estrategia sistemática de destrucción de la Organización del Fútbol del Interior
Hay un complot articulado desde AUF con la complicidad de algunos dirigentes de OFI que ostentan cargo en dicha Asociación profesional, verticalazo ordenado por la FIFA a nivel mundial que pretende subordinar, controlar y gobernar cualquier organización dedicada al fútbol.
El ex Presidente de ONFI es actualmente integrante del Consejo Ejecutivo de la AUF, coordinador y vocero del fútbol amateur dentro de ese organismo (?)… es el nexo perfecto entre fútbol infantil de Uruguay y formativas del profesionalismo, sin el paso previo por los clubes del interior, que poco importa a los dirigentes «mercenarios».
El Coordinador de Selecciones, está trabajando en Complejos en varios departamentos del país que permitan captar futuros «cracks» del fútbol y así evitar los intermediarios, o sea, los clubes «amateur».
La Selección sub 20 que viaja a China está conformada por jugadores del fútbol «chacarero»… una estrategia berreta para disimular la conspiración que se viene tramando.
Desarticular la Organización del Fútbol del Interior es la intención del profesionalismo, capitalizar el patrimonio humano más genuino de las instituciones «amateur» es el objetivo de la AUF a partir de la corrupción de dirigentes y la seducción de jóvenes y padres desde su ilusión por llegar al fútbol profesional.
En este proyecto no están contemplados los 600 clubes que integran la OFI, la prioridad de esta política deportiva, económicamente sanguinaria, es monopolizar el fútbol desde la Sede del fútbol profesional… poco importa la existencia de tantos clubes, mucho menos la competencia o la actividad social que puedan desarrollar en el barrio.
Mientras tanto… solo queremos existir para vivir, jugar y disfrutar el fútbol «chacarero»