POR Néstor Pedreira – La elite derigencial del fútbol «chacarero», firmó el Certificado de Defunción de la OFI, con el Acuerdo OFI/AUF en el 2015, con la traición en la elección en el Congreso de Fray Bentos en el 2022 y con la desidia que demuestran en las determinaciones adoptadas sistemáticamente en clara muestra de estar definitivamente subordinados al fútbol profesional.
Nuestra movilización es espontánea, sin una estructura política ni económica que la sustente, en contraste con la soberbia y desidia del Consejo Ejecutivo de OFI.
Nuestra existencia está en juego… es por ello, que salimos a buscar soluciones definitivas cuando el Consejo Ejecutivo, solo «vende humo» y «juega para la tribuna»… un Consejo Ejecutivo, protegido por la AUF, presionado por un gremio, amparado por una Ley y justificado por dirigentes obsecuentes dentro del mismo fútbol del interior.
Nuestra movilización pretende modificar la Ley 19828 y categorizar los clubes de acuerdo a la jerarquía de los campeonatos organizados por OFI, cosa que ya tiene su tratamiento en el Parlamento con respecto a la modificación de la Ley… la categorización será responsabilidad de los «mercenarios» que usufructuan el poder político y económico en beneficio propio.
Nuestra calma es señal de avances importantes a nivel Legislativo pero bajar la guardia sería demencial porque el Consejo Ejecutivo de OFI, con su demagogia berreta, está focalizado en un solo objetivo y poco le importa el futuro de las instituciones de bajos recursos.
Nuestra movilización, en poco tiempo, sacudió nuestra ignorancia, dejó en evidencia la realidad de un sistema hegemónico, un ámbito propicio de dirigentes dentro del fútbol «amateur» influenciados por la AUF, con claras intenciones de profesionalizar la OFI… mientras las exigencias hacen de nuestra existencia la «crónica de una muerte anunciada».
Es imperiosa la necesidad de patear el tablero de esta generación de dirigentes mercenarios, volver a nuestras raíces, ir por una reestructura de la política interna de OFI, proponer un cambio radical del Consejo Ejecutivo y sus secuaces, volver al dirigente con una visión mucho más realista del fútbol del interior, menos exigencias económicas, categorización de las instituciones y fundamentalmente lejos de la AUF.