Tras la firma el 13 de noviembre del comodato entre la Sociedad San Francisco de Sales y el Gobierno Departamental de Colonia para que éste gestione la Escuela Industrial San Juan Bosco, de Juan Lacaze, este jueves 7 de diciembre se dio el segundo paso cuando, oficialmente, este último recibió el edificio de manos de los Salesianos.
Lo hizo en un muy emotivo acto que contó con la presencia del exobispo Monseñor Carlos Mª Colazzi, del P (SDB) Alfonso Bauer, titular de la Inspectoría Salesiana en Uruguay, del P (SDB) Francisco Lezama, quien en enero de 2024 sucederá al anterior, de los expárrocos de Juan Lacaze, P (SDB) Pedro Silva y José Tejero, del intendente de Colonia, Carlos Moreira (que comprometió aportes para la restauración del edificio), de los diputados Nibia Reisch y Nicolás Viera, ediles departamentales, concejales locales y público en general.
Las Fuerzas Vivas (FFVV) entregaron obsequios diversos a las autoridades y sacerdotes, y fueron a su vez reconocidas por el Centro Comercial e Industrial de Juan Lacaze con una hermosa placa que será colocada en el edificio una vez restaurado.
El edil departamental Gabriel Gabbiani (Partido Colorado – Crece), que integra las FFVV, se mostró visiblemente emocionado durante el acto, que contó con la animación del Coro Raíces y de la agrupación Cenicienta Show, tras lo cual se abrieron las instalaciones al público para que pudiera recorrerlas.
“Para mí, esto es recuperar mi segundo hogar. Este es el lugar, donde crecí, donde cursé toda la Enseñanza Primaria. Las clases terminaban un viernes de diciembre y al lunes siguiente, cuando comenzaban las vacaciones, ya empezábamos a asistir al Movimiento Anti Ocio (MAO), que duraba los 3 meses de las vacaciones. Terminaba un sábado en marzo y el lunes comenzaban de nuevo las clases. Y después, ya adolescente y cursando el liceo, concurría al Centro Juvenil Pío XII. No estaba nunca en la calle, y eso para mis compañeros y para mí, y para nuestros padres, era una tranquilidad, en épocas mucho más sanas que las actuales”, dijo el edil.
“En estas aulas, en estos patios, en este querido corredor donde se realizó este acto inolvidable, fui muy feliz. Y no hay nada más importante para un niño o un adolescente que la felicidad”, añadió. “Mis maestras y los sacerdotes, que eran como nuestros segundos padres y abuelos, me enseñaron a compartir, a valorar el compañerismo, la amistad, la lealtad, la responsabilidad, la solidaridad, el amor al prójimo, la tolerancia, la gratitud, la laboriosidad, la humildad, la justicia, la libertad y tantos otros valores que son esenciales para una convivencia pacífica”, sostuvo. “Tengo un recuerdo especial para todos, pero en especial para los padres Antonio Gini (que se arremangaba la sotana y jugaba al fútbol con nosotros), Pedro Silva (mi mentor), Walter Cocozza, Luis Testa (que era el campeón jugando a las damas) y Aniceto Tejera, que eran los de mi niñez, adolescencia y juventud, y para Mario Silvestri, Tomás Tadeo y José Tejero, que vinieron después”, dijo el edil colorado.
Empieza una nueva etapa
Respecto a la recuperación del edificio, Gabbiani recordó que “oportunamente ya había marcado, en primer lugar, el agradecimiento a los Padres Salesianos, por haber comprendido la importancia histórica y arquitectónica de este formidable complejo edilicio, pero sobre todo por haber mostrado empatía y reconocer el valor sentimental del mismo, no sólo para nosotros los exalumnos, sino para toda la sociedad de Juan Lacaze que, de una u otra manera, siempre estuvo ligada a esta querida institución”, añadió.
“En segundo lugar -agregó- al Gobierno Departamental, a la Intendencia y a la Junta Departamental, que en su conjunto comprendieron el valor intrínseco de esta institución y aceptaron este desafío, que, si bien no lo obliga a realizar inversiones de ninguna clase, era imperioso para firmar el comodato por cuanto representa una de las dos partes legales del acuerdo.»
“En tercer lugar, el agradecimiento es para el Concejo Municipal de Juan Lacaze y para mis compañeros de las FFVV. Ya el Municipio por sí mismo había procurado firmar este comodato, desde 2014 en adelante, en dos oportunidades, pero no lo había logrado. Pero cuando ahora intervinimos con las FFVV, el resultado fue satisfactorio. Por eso quiero destacar la integración de éstas, con ciudadanos de todos los partidos políticos y de diversas instituciones, que llevó a que las gestiones, encaminadas por ciudadanos de un amplio espectro social, profesional, político e incluso religioso, llegaran a buen puerto”, sostuvo.
“Y en especial hay que agradecerle a toda la población de Juan Lacaze, que valoró este espacio, interpretó el valor intrínseco del colegio como edificio y como símbolo institucional, y respaldó esta iniciativa colaborando con su apoyo incondicional”, señaló.
Lo que se viene
“A partir de este momento comenzamos a dar el tercer paso, el más importante y el más difícil, que es la puesta en valor y recuperación del edificio, y que implica una considerable inversión. Los lacacinos ingresaron hoy, después de varios años, al edificio, lo recorrieron, y observaron el estado del mismo. Es claro que la estructura se encuentra en excelente estado, y que habrá que invertir más que nada en la instalación eléctrica, revoques, hidrolavado, pintura y arreglos varios, además de la habilitación de la Dirección Nacional de Bomberos”, indicó.
“Y luego vendrá todo lo que tiene que ver con equipamiento, primero de la Sala Don Bosco, que implica nuevas butacas, acondicionamiento acústico y lumínico, camerinos, cortinados, escenario y demás. Hay trabajo para un largo rato, pero ya están trabajando tres comisiones: una de Finanzas, que ya cuenta con algunos fondos importantes y con la intención de particulares y de empresas de colaborar, otra de Obras, que yo integro, y otra de Actividades. Asimismo, varios arquitectos que colaborarán en la restauración del inmueble han realizado visitas e inspecciones, y se cuenta con el apoyo en ese sentido de la IDC”, finalizó el edil colorado.