Por Néstor Pedreira – Parafraseando a un letrista de nuestro carnaval…
“Lujos de una pobreza que la riqueza no quiere ver ,
el barrio sueña en colores con la esperanza de florecer ,
las luces de las guirnaldas no disimulan su necesidad…
Carnaval termina en febrero y hay que volver a la realidad”
En un mundo totalmente “materializado”, de intereses mezquinos, avaricia y soberbia, donde la traición es moneda corriente para quienes consideran el poder político y económico un estatus social privilegiado y el fin es llegar sin evaluar perjuicios… el fútbol en general no escapa a esa regla y la Organización del Fútbol del Interior en particular se contagia y sufre ese mal endémico.
Los únicos “carneros” que seguimos trabajando “ad honorem” somos los dirigentes de los clubes del interior a pesar del tiempo, las necesidades y responsabilidades postergadas de nuestra vida privada en pos de la existencia de nuestras instituciones… por cierto, estirpe dirigencial que está en vías de extinción.
El ímpetu y la vehemencia inicial dio paso a la paciencia racional… el mensaje llegó claro y las adhesiones fortalecieron nuestras intenciones.
La movilización va contra la estructura de un sistema hegemónico; la convicción de enarbolar una bandera que identifica a los clubes del interior de nuestro país es el mayor desafío frente al poder político y económico de la AUF y una maniobra fraudulenta de una dirigencia corrupta que intenta colonizar y esclavizar a la Organización del Fútbol del Interior.
Y estos sinvergüenzas, que se dan por “aludidos”, tienen el descaro de ofenderse por quedar en evidencia… extraña reacción de quienes no han tenido escrúpulos en jugar sucio, amparados en el sistema; se consideran intocables por tener un diploma, bajo el ala del poder cualquiera es valiente pero eso no los exime de críticas… han subestimado la capacidad intelectual, la inteligencia y la fortaleza de quienes trabajamos en silencio por nuestras instituciones y hoy, que encuentran resistencia, se hacen las víctimas.
“A buen entendedor… pocas palabras bastan”… la educación es la enseñanza de nuestros progenitores, la vida nos enseña a arremangarnos y pelear en el barro si es necesario… los títulos jerárquicos no son garantía de honorabilidad, ni el actual Consejo Ejecutivo de OFI y sus secuaces, ni AUDEF, ni FEDAFUIN van a doblegar nuestras intenciones… somos herederos de la rebelión contra el fútbol profesional de 1946 y nuestra esencia es el fútbol chacarero, sin exigencias económicas que atenten contra nuestra existencia.
El Estado tendrá la oportunidad de jugar un papel preponderante en esta oportunidad… simplemente nos mantenemos alerta.