El 20 de abril se inaugura la 60.ª Exposición de Arte – La Biennale di Venezia y Uruguay será nuevamente parte.
Acercando el arte uruguayo al mundo. Uruguay en La Biennal 2024.
Durante siete meses 800.000 mil visitantes de todo el mundo recorrerán los Giardini della Biennale para conocer las obras que vestirán los pabellones del área reservada para la realización de este evento.
Desde la década de 1960 Uruguay tiene el privilegio de integrar la lista compuesta por 29 pabellones de países extranjeros que cuentan con un espacio propio en la bienal (distinción que en Latinoamérica solo comparte con Brasil y Venezuela). Pero tener un pabellón no solo es un privilegio, representa a la vez un desafío y una responsabilidad.
Desde su primera apertura podemos contar 47 artistas y 26 envíos, envíos que desde 2018 son seleccionados por la Comisión Nacional de Artes Visuales integrada por artistas, académicos y gestores del más alto nivel de nuestro país, a través de un llamado público organizado actualmente por el Instituto Nacional de Artes Visuales.
Este año, un mojón más en esta larga tradición de nuestro país, se ha seleccionado a Latente, obra de Eduardo Cardozo, su colaborador Álvaro Zinno y la curadora Elisa Valerio, para representar a Uruguay en esta exposición.
Esta primera edición tendrá cierta particularidad, a cargo de un curador latinoamericano, el brasileño Adriano Pedrosa, quien ha decidido nada menos que distinguir en la muestra central de la exposición a la figura del maestro Joaquín Torres García y ha seleccionado obra de Horacio Torres y de Linda Kohen (Premio Figari 2022), una muestra más del destacado lugar que tiene el arte uruguayo a nivel internacional.
Será más de la mitad del año de oportunidades para hacer conexiones, de atraer la atención de prestigiosos curadores, artistas, prensa y público del mundo entero, de conocer otros universos, otras miradas sobre una consigna común (Extranjeros por todas partes), de acceder a espacios que solo un evento internacional de tal magnitud puede ofrecer.
Pinturas, esculturas, montajes, videos, fotografías, instalaciones internacionales transformarán esta singular ciudad y a sus visitantes, que tendrán la oportunidad casi única de recorrer el mundo en pocos días a través de sus expresiones artísticas.
Tener un espacio propio donde exponer nuestro arte y también arquitectura es siempre un motivo de orgullo que pone de manifiesto el valor y las posibilidades que nos da conectar con otros, sin importar su origen, a través de algo profundamente humano.
El esfuerzo sostenido del Ministerio de Educación y Cultura por mantener este espacio de participación en el circuito artístico internacional es una importante acción a favor de la internacionalización de la cultura uruguaya.