El edil departamental Gabriel Gabbiani (Partido Colorado – Lista 10) cursó a la Intendencia de Colonia (IDC) un Pedido de Informes referente a las graves denuncias realizadas por el operario Luis Elvis García, del Municipio de Tarariras, sobre presuntas irregularidades y abusos cometidos por un capataz de dicho municipio.
En sus redes sociales, García sostiene que “en la sección operativa, dependemos directamente de un capataz de 1ª, quien desde el primer día que ingresé, en 2012, siempre abusó de sus funciones, menospreció y maltrató a los trabajadores, generando así acoso laboral y psicológico contra la mayoría de ellos”.
“En nuestro sector -prosigue el funcionario- tenemos distintos tipos de trabajadores según sus funciones. Están los «mimosos» (…), que son dos o tres personas asignadas a los trabajos más sencillos. Ellos son los que más ganan a nivel salarial porque han acumulado más de 140 horas extra en un mes que nadie controla, y muchas veces ni siquiera están en el lugar de trabajo. Cobran viáticos sin realizarlos, reciben insalubres especiales de cementerio también muchas veces sin hacerlos, y, por supuesto, cuando los demás salen a trabajar al exterior, ellos permanecen en el galpón, a veces más de una hora, para no pasar frío o calor y cuidar su salud.”
En virtud de la gravedad de lo expuesto, el edil colorado solicitó:
1. Se informe nombre, cargo y naturaleza del mismo (zafral, eventual, contratado, presupuestado) y tarea que desempeñan todos los trabajadores del sector operativo del Municipio de Tarariras;
2. Cuántas horas extra ha realizado cada uno de los mismos, en qué horario y por qué tareas, considerando que realizar “140 horas extra en un mes, que nadie controla”, significaría realizar en promedio 6 horas extra diarias durante 23 jornales al mes;
3. Quiénes han realizado viáticos, cuántos, en qué fecha, por qué tareas y cómo se comprueba la realización de los mismos, ya que según la denuncia presuntamente “se cobran viáticos sin realizarlos”;
4. Quiénes han cobrado por tareas insalubres en el cementerio, en qué fecha, por qué tareas y cómo se comprueba la realización de las mismas;
5. Qué criterio ha adoptado el capataz denunciado para otorgar las horas extra, y si consta que dicha adjudicación se ha hecho arbitrariamente, beneficiando o castigando a los distintos funcionarios;
6. Si se ha comprobado el “hostigamiento psicológico” de parte del capataz a que hace referencia el operario, y si las frases mencionadas (“Si no te gusta el trabajo, dejalo; yo después me encargo de las planillas”, “No te pago por pensar, te pago para que cumplas órdenes”, “Aquí el que manda soy yo, y el que no le gusta ya sabe lo que tiene que hacer”, “Aquí nadie es completo, nadie sirve para nada», entre otras) efectivamente son rutinarias en el trato diario;
7. Si, tal como se expresa en la denuncia, el alcalde ha convalidado con sus firmas las horas extra a las que hacemos referencia, y ante la aseveración de que ya se ha hablado más de una vez con él sobre estas situaciones sin encontrar solución, se expresen los motivos por los cuales subsiste esa presunta situación irregular, y por qué no se ha solucionado.
8. Debido a la entidad y gravedad de la denuncia, se informe si la IDC ha dispuesto una investigación administrativa a los efectos de investigar los supuestos hechos o actos irregulares de uno o más funcionarios, y a individualizar a los presuntos responsables. En caso de que la misma haya finalizado y determinado o individualizado a un responsable, se informe si dio inicio a un sumario, si fue analizada la prueba, la calificación de la falta (leve, grave, gravísima) y si se entiende probada la responsabilidad, atendiendo al deber funcional violentado, el grado en que se haya vulnerado la normativa aplicable, la gravedad de los daños causados y el descrédito para la imagen pública de la Administración Municipal.
“Las denuncias son graves, y no pueden pasar desapercibidas. La administración tiene que aclarar esta situación y dar explicaciones”, sostuvo Gabbiani.