Hay candidatos que todavía siguen pregonando «el cambio en serio».
Desde que volvimos a la democracia «tutelada» / controlada en nuestro país; llevamos cuarenta años ya con el mismo verso.
Es decir aquellos «cambios en serio» nunca llegaron; o no fueron tan serios. Simple razonamiento.
Y que decir; del voto obligatorio.
Si así no fuera; irían solo «los muchachos»; ellos, a votarse por «propia cuenta» para asegurarse un lugarcito.
Según el informe que compartimos a continuación de la diaria; el…
«15% DE LAS PERSONAS HABILITADAS para votar NO VOTÓ a ningún partido político y 33.000 SÓLO ENSOBRARON papeletas de plebiscitos».
«El porcentaje de abstención fue el más alto desde las elecciones de 1989, si bien se mantuvo dentro del promedio histórico.
El domingo pasado había un total de 2.727.120 personas habilitadas para elegir al próximo presidente de la República y a los 30 senadores y 99 diputados que formarán parte de la próxima legislatura. Sin embargo, 402.467 personas, aproximadamente el 15% del padrón electoral, no votaron a ningún partido político.
Según el escrutinio primario de la Corte Electoral, 283.742 (10,4%) personas directamente no fueron a votar, cifra que representa el porcentaje de abstención más alto desde las elecciones nacionales de 1989.
En aquel entonces, 11,3% de los habilitados no se apersonó en el circuito y, por ende, no optó ni por el frenteamplista Liber Seregni, ni por el colorado Jorge Batlle, ni por el nacionalista Luis Alberto Lacalle Herrera.
A su vez, el pasado domingo, 118.725 personas participaron en la elección, por lo que no pagarán la multa, pero no votaron a ningún candidato.
Este número, que supone casi un 5% de los votos emitidos, se divide entre 31.160 personas que votaron en blanco, 53.847 que anularon su voto y 33.718 que sólo se pronunciaron sobre los dos plebiscitos constitucionales que estaban a consideración de la ciudadanía, el de la seguridad social y el de los allanamientos nocturnos.
Técnicamente, la categoría que establece la Corte Electoral para este universo de votantes es “sobres sólo con hojas por Sí”, por lo que no es posible discriminar cuántos votos tenían la papeleta blanca, cuántos la amarilla y cuántos las dos juntas.
En la comparación histórica, el porcentaje de votos en blanco (1,3%) fue el más bajo de las últimas tres elecciones; no obstante, como contrapartida, el porcentaje de votos anulados (2,2%) fue el más alto desde la recuperación democrática, si bien esto podría variar en función del escrutinio definitivo, aún en curso».
FUENTE : la diaria
Imagen Ilustrativa