Caras y Caretas

Comunicado de Prensa
Prof. José Luis PITTAMIGLIO

Mi tarea como edil departamental en la Junta me obliga a investigar hechos que no me parecen claros y denunciarlos públicamente. Esa es mi obligación. Si los demás ediles lo hacen o no, es otro problema. Algunos lo estarán haciendo, otros tendrán ganas pero no se animan y otros –probablemente la mayoría- estarán dejando que el tiempo pase.

Hace un par de años denunciamos a un funcionario que era el encargado de la escuela de fútbol de la Intendencia de Colonia, pero tenía una particularidad interesante: no iba nunca a trabajar, porque además era el director técnico de Central Español de Montevideo, equipo que ese mismo año salió campeón de la divisional B y ascendió a primera división. Durante todo el año le pagamos el sueldo como director de la escuela de fútbol, lugar en el cual no trabajó a lo largo de todo el año. El Secretario de Deportes de la Intendencia, señor Walter Armand Ugon, tendría que haber renunciado inmediatamente que esta noticia se hizo pública. Y si el señor secretario no tenía la honradez intelectual de renunciar, el señor Intendente Walter Zimmer debió haberle pedido la renuncia, ya que es el jerarca directamente responsable de lo que ocurre en la escuela de fútbol. Es poco serio pensar que el secretario Armand Ugon no tenía conocimiento que durante todo el año su escuela de fútbol no funcionaba por la sencilla razón de que el encargado de dicha escuela ni siquiera iba a trabajar. ¿Cuánto habremos pagado los contribuyentes de sueldos al señor director técnico de Central Español para que no cumpliera sus funciones en Colonia?

Ya sé que es solo un ejemplo de mala administración y de mal manejo de los dineros públicos. Pero me parece interesante que la gente refresque la memoria en temas como este, porque deja al descubierto una vez más esa pequeña corruptela que tiene dentro la administración municipal del Partido Nacional en Colonia desde hace muchos años. Durante los diez años de Moreira y durante los ocho que ya lleva Zimmer, ocurrieron muchísimos casos como este que hoy estoy relatando. Casos que muestran que los que están en los altos cargos de la Intendencia hacen lo que quieren y cuando se descubre alguna maniobra ilícita la tapan, la barren debajo de la alfombra con la complicidad de muchos y a los dos o tres meses nadie se acuerda de nada.

Pasó algo similar con la funcionaria que utilizó la lista de estudiantes que recibieron becas de parte de la Intendencia, para enviar a todos y cada uno de ellos un sms pidiéndoles que –como pago del favor por haber recibido una beca- fueran a votar a las elecciones de jóvenes del Partido Nacional. Uso ilegal de información reservada. La lista de becarios es de uso exclusivo de la oficina que tiene a cargo esa tarea y no puede utilizarse para otra cosa que no sea algo relativo a los beneficios de la beca. La ley castiga a quienes utilicen esa lista para fines políticos. El intendente Zimmer no tomó ninguna medida que yo conozca sobre este tema. La oposición le hizo un llamado a sala para que explique lo ocurrido y qué tipo de acción legal piensa tomar. Por supuesto que el intendente no concurrió a sala a explicar nada: se ha mostrado mucho más dispuesto a pasear por el mundo con el dinero de los colonienses, que a explicarle a los ediles cómo va a hacer en el futuro para que estos hechos no se repitan. Estamos hablando de ilegalidades, no de pequeñas travesuras.

Mientras tanto esperamos el veredicto final del juez sobre el pedido de procesamiento que pesa sobre el intendente Zimmer y también sobre su director de Hacienda, el contador Ahunchain. Además la semana pasada se conoció la noticia de que el actual diputado y también precandidato a intendente Ricardo Planchón, recibió el cedulón de clausura de su local comercial por deudas con la DGI y por tener instalado aparentemente un programa informático preparado para evadir impuestos.

El Partido Nacional se ha llenado de precandidatos a la Intendencia de Colonia que critican con dureza la gestión de Zimmer, pero que hasta ahora han votado en la Junta todo lo que Zimmer les pide que voten. En las radios son opositores, en la Junta son oficialistas. Cuando tienen un micrófono parecen de izquierda, pero cuando votan se nota clarito que son de derecha. Ninguno de ellos nos ha apoyado cuando reclamamos que Zimmer venga a sala a explicar los casos como el del técnico de Central Español o el de la funcionaria que pretendía cobrar el “favor” de las becas. Hay dos actitudes de parte de la clase política del Partido Nacional, que en algún momento tendrán que definirse y dejar de jugar a este juego de Caras y Caretas, donde los discursos varían según el barrio, según la radio, según cuál sea el canal de TV o la marca de calzado de los que están escuchando. Deberíamos aprender que la corrupción tiene un solo nombre: Corrupción.