Y ahora qué…? Cuál será la excusa para justificar una derrota sin levante, ante un timorato equipo de Colombia, que hizo lo que hizo toda la vida; pero esta vez ante un Uruguay que jugó otro malísimo primer tiempo, como lo había hecho ante Italia -con Suárez en cancha-, olvidándose que para ganar hay que agarrar la pelotita y jugar. Y Colombia la agarró y jugó y toco con esa horizontalidad -la de los Valderrama, L. Álvarez, y más -; peroooo… se encontró con el balón, con el regalo del terreno, los espacios para probar de afuera – jugar con cinco , con siete, con los diez en el fondo no significa defender bien -Arévalo Rios peleó solo contra el mundo -; y así este tímido Colombia, cuando se animó un poquito , llegó y convirtió. Hizo la diferencia.
Y allí lo complicó a este Uruguay, que de gestación de fútbol tiene muy poco – sólo Suárez podía salvar el proceso esta vuelta, y ya no estaba – y pasó lo que pasa cuando no aparece un cabezazo «salvador» de Godín, un «centelleo» de Cavani – totalmente sacrificado en su juego – y para colmo Diego Forlán ya no es el mismo del 2010; volvimos a la realidad.
Que se dejó todo, claro que sí, sin dudas. Que lo de Suárez no puede ser excusa en un plantel mundialista – también- pues si el árbitro mexicano hubiese obrado correctamente; mas allá del resultado entre Uruguay – Italia; Suárez y Chiellini debieron ser expulsados y ; seguramente ninguno de los dos hubiese jugado el próximo juego.
Creo, que, como ya lo dijimos hace mucho tiempo; Tabarez muere con las botas puestas, y aún más, a la hora de recambiar, no mostró plena seguridad.
Se vendrá seguro, el tiempo de un análisis profundo, en medio de una interna asociacionista no fácil; y tiempo de repensar un montón de cosas y situaciones; porque no éramos unos fenómenos siendo cuartos en Sudáfrica; ni somos desastrosos ahora, ante esta presentación en Brasil; simplemente somos, y debemos seguir mejorando; mirando y aprendiendo, pues no somos los inventores de la pólvora.
Después vendrán los «reyes» de la suspicacia, los grandes medios masivos que no se la juegan ni para acá ni para allá, los que se dieron cuenta «antes de ayer «, que la FIFA es una mafia (como se repite a voces en todo el mundo), dónde Tabarez desempeñaba funciones; no sabía el DT. uruguayo? – tuvo que pasar lo que pasó para renunciar – ; vamos muchachos… con frialdad y pensando un poquito, no dejándose llevar por los lindos discursos, es como debemos – me parece – volver a «resembrar» el futbol uruguayo.