El editor de la revista Noticias, Edi Zunino, habló con El Espectador y analizó el clima de conmoción que vive el vecino país.
Aunque el informe preliminar de la autopsia confirma que falleció a consecuencia de un disparo en la sien procedente de la pistola que apareció bajo su cuerpo, en el baño de su vivienda, y que no hubo participación de terceros en su muerte, la sombra de la duda planea sobre la investigación.
Después de ocho años de trabajo, el fiscal de la causa del atentado contra la mutual judía Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) concluyó que Irán planificó el ataque y Hezbollah lo perpetró, y llegó a denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por considerar que el acuerdo alcanzado con Teherán en 2013 implicaba el supuesto encubrimiento de los sospechosos del ataque que dejó 85 muertos en 1994.
«Acá hay un fenómeno en términos sociales más grave que la muerte de una persona que es la absoluta certeza de la mayoría que en la Argentina hay un gobierno que puede mandar a matar a alguien», aseguró Zunino, quien agregó que «Argentina está congelada en ese baño de ese fiscal. Estas desgracias pueden tener una utilidad hacia adelante. Que no pase con el fiscal Nisman lo que pasó con el atentado a la AMIA. Que no termine siendo el muerto 86 del atentado a la AMIA 20 años después»