El Boca de los Rojas, los Riquelme, los Maradona, parece comenzar a escribir una nueva historia, con un «botija» que parece estar llamado a grandes cosas en el «mundo futbol»: Rodrigo Bentancur.
El chico de Nueva Helvecia -Colonia-, que diera sus primeros pasos en la «legendaria» Escuela de Lechería de la Colonia Suiza, y gritará sus primeros goles en su querido Artesano, en la escuelita del Club Lucerna; tuvo su debut soñado; jugando un Boca – River; y anotando un golazo de cabeza.
Sin lugar a dudas un clásico que no solo quedará en la historia por el abultado 5 – 0, y la superioridad xeneize en el terreno sino, porque las crónicas de la prensa y las estadísticas dirán, que un pibe – Bentancor, «el quesero» – ingreso en la segunda parte del juego para retribuirle a Arruabarrena, con un bonito gol, toda la confianza que el entrenador le ha
dado desde que lo ascendió al plantel principal.
Un arranque soñado para alguien que conociéndolo, creemos no tiene techo en cuanto a su capacidad futbolística; y que como persona ha demostrado ser un excelente compañero en los diferentes grupos y tener una madurez y aplomo particular, especial para su edad.