En momentos en que el mundo financiero tiembla, Uruguay, así como la mayor parte de la región, está pasando por el período de crecimiento más prolongado y firme de su historia. Mucho de esta bonanza se debe al momento, en cuanto a precios, que están viviendo los productos que el Uruguay exporta, que en su gran mayoría son del agro. Desde hace muchísimo tiempo el Uruguay no gozaba de una demanda tan firme y sostenida por sus productos.
No es motivo de estas líneas analizar esta realidad, sino de resaltar lo que este momento puede significar para el futuro de nuestro país. Sería un error histórico no aprovecharlo debidamente, error que pagarán las generaciones futuras.
No hay dudas que lo que le está pasando al Uruguay va muy ligado a lo que le ha sucedido al sector agropecuario, más ahora que nunca. Muchas veces esta afirmación es observada con recelo, al considerar el aporte del PBI agropecuario al PBI nacional, que es del orden del 8%. Pero esta forma de ver la realidad no es capaz de identificar la verdadera importancia que tiene el agro para la economía del Uruguay. Recientes estudios han demostrado que por cada dólar que produce el agro, se producen entre 5 y 7 dólares en las cadenas que sus productos alimentan. Lo que demuestra el gran efecto multiplicador que el agro tiene en la economía nacional. Esto es fácilmente confirmable al analizar la evolución del PBI nacional, y ver que en mayor o menor grado, sigue la evolución del PBI agropecuario.