La Marina de Estados Unidos hizo los primeros ensayos con un arma láser que será capaz de derribar aviones no tripulados e inutilizar navíos desde la cubierta de un barco.
El prototipo, cuya producción costó cerca de US$32 millones, se instalará el próximo año sobre el USS Ponce, embarcación que se emplea como base flotante en Medio Oriente.
El cañón funciona con electricidad y es mucho más económico que las armas convencionales, aunque su acierto puede verse mermado si se dan malas condiciones climáticas.