Natalicio del Prócer Nacional Gral. José G. Artigas

El próximo Viernes 19 de Junio se cumplen los 251 años del nacimiento de nuestro prócer Gral. José G. Artigas.

Municipio y Comisión de Cultura de Nueva Helvecia recordarán  este hecho trascendental en la historia de nuestro País, depositando una ofrenda floral al pie de su monumento a la hora 11.

En esta oportunidad en representación de la Escuela 126 “Guillermo Tell” mensaje alusivo a la fecha en los medios de prensa.

Se invita al público en general.

19  DE JUNIO

Recordamos hoy a José Artigas, gran llamarada de libertad que iluminó las tierras y los pueblos rioplatenses; Jefe de los Orientales, Protector de los Pueblos Libres.

Todos los uruguayos sabemos de sus luchas y sus ideas adelantadas para la época. Conocemos sus desparejos combates contra los españoles, los portugueses, el centralismo porteño y contra los jefes que, en momentos de derrota militar, desde sus propias filas, le dieron la espalda.

Recordémoslo  como testimonios de su época lo describen: hombre sencillo, sincero, leal a sus principios, hombre de razón por sobre todo, sereno y fecundo. Paseandero, buen bailarín, que tocaba el acordeón y la guitarra enamorando a las mujeres. Fuerte y valiente, buen nadador y excelente cabalgante. De una inteligencia creadora que le permitía adaptarse a cualquier circunstancia y persona.

Estas características, como sus ideas de las que más adelante vamos a hablar, fueron forjadas desde su infancia y juventud. Hasta los 14 años vivió en Montevideo entre negros. Su ama de leche lo era y le cantaba canciones africanas para hacerlo dormir. Negros esclavos, tratados sin rigor e incorporados a su familia le contaban acerca de los pueblos de la selva africana y sus costumbres. Sus amigos más íntimos y queridos fueron 4 niños negros de su edad: Gonzalo, Gerónimo, Francisco y Joaquín, éste último muy inteligente y tal vez -según Daniel Vidart- quien lo acompañó toda su vida: Joaquín Lenzina o el famoso Ansina quien le cebó mate hasta sus últimos días en Paraguay.

Un hecho curioso en la vida de Artigas es que nada se sabe de él durante 19 años, no aparecía en los censos de aquella época lo que hace pensar que hasta 1797, cuando se incorpora al cuerpo de blandengues, vivió en los montes junto a indígenas, negros, mestizos, zambos, con gauchos contrabandistas de ganado. Llevó vida de hombre suelto, vivió la libertad de los campos y allí maduró su espíritu revolucionario.

Artigas no luchó con el fin de la lucha en sí. Todos sus movimientos tenían un propósito que fue el producto de su razón y sus conocimientos tanto políticos como humanos.

Su lucha estaba orientada en dos  direcciones: contra el enemigo externo (españoles o portugueses) y contra el poder centralista porteño. Emancipación y federalismo serían entonces sus 2 objetivos perseguidos.

Y el prestigio de Artigas fue creciendo y se fue transformando de jefe militar en conductor de los pueblos por espontánea decisión de sus paisanos.

Fue uno de los granes conductores americanos que más generosamente comprendió las desdichas de los humildes: las duras condiciones en las que vivían los indios, las crueldades de la esclavitud padecida por los africanos y las necesidades de quienes él llamaba mozos sueltos de la campaña, sus fieles seguidores y soldados, víctimas del latifundio, de la injusticia social y de los excesos de los poderosos. Estos sentimientos y estas ideas las puso en práctica en el Reglamento de Tierras de 1815.

Para terminar quiero tomar como mías las palabras de Pacho O’Donnell cuando dice que la historia liberal, en la que nosotros estudiamos y nos formamos, no se cansa de recordar a José Artigas como el creador de la independencia de la República Oriental del Uruguay, y lo cierto es que en realidad, el caudillo fue el representante más vigoroso de un proyecto de organización federal, popular y latinoamericanicista  para las Provincias Unidas del Río de la Plata que incluía territorios de lo que hoy es Uruguay, Argentina, Bolivia y Paraguay.

O´Donnell recupera la figura de Artigas como parte de una corriente de héroes genuinos que encarnan los valores, intereses y deseos del pueblo; “el artiguismo”-nos dice- no debe ser un recuerdo, sino un programa a desarrollar.

 

Por comunidad de Escuela N° 126 “Guillermo Tell” T.C, Mtra. Claudia Delgado