En el 2013 Subrayado contó su historia. Quería ser cardióloga. Días pasados su coranzoncito se detuvo.
Cinco años estuvo Romina esperando el nuevo corazón, y lo consiguió hace un mes, pero no lo resistió.
Hace dos año, en junio de 2013, Subrayado presentó su historia de lucha y esperanza. Y el 6 de agosto de este año se pudo dar la buena noticia: había llegado la hora del transplante.
Hoy su familia la recuerda como un “ángel” que nunca bajó los brazos y que siempre contagió su esperanza a todos.
Antes de cumplir dos años ya la habían intervenido tres veces por una cardiopatía congénita. En 2010 se sumó a la lista de espera de órganos.
En 2013 el trasplante se caratuló como urgente, ya que Romina había sufrido un paro cardíaco. Pero igual tuvo que esperar dos años más.
Quería ser cardióloga para ayudar a otras personas que, como ella, tenían graves problemas del corazón.