Uruguay arrancó ganando por las eliminatorias mundialistas, venciendo a Bolivia por 2 – 0. No nos vamos a «subir» al trencito de la alegría al cual muchos seguramente se van a trepar -sí sentimos la alegría y el estar contentos por la victoria-, sí trataremos de analizar con objetividad y justeza como siempre. Este camino rumbo a Rusia 2018 no va a dejar de ser ni más ni menos complicado como hasta ahora. Este era un partido perdible, sin dudas, por el manido tema de la altura -real-, pero también en la historia de las Eliminatorias el más ganable, ante una discretísima, diría yo, muy mala seleccion boliviana.
Pero; Uruguay no es el culpable del nivel de los de Baldivieso; Uruguay hizo lo que estaba a su alcance más que nunca; ganar, y ganó. Un equipo aplicado, disciplinado, y golpeándo en los momentos justos, sin perder nunca la línea y de vista el objetivo que se había ido a buscar, con la conciencia plena de que si se hacían bien los deberes a esta Bolivia se le podía ganar.
El primer gol fue anotado por el defensor uruguayo Martín Cáceres a los 10′ del primer tiempo y el segundo por Diego Godín a los 25′ del segundo tiempo. En el segundo tiempo fue expulsado Jair Torrico y el seleccionado verde se quedó con 10 jugadores; hipotecando de allí en más la chance local, pasando el elenco celeste capitaneado por el rosarino Diego Godín, a controlar el juego y posicionarse en el terreno de tal manera que aseguraron el resultado, consiguiendo más alla de lo que se pueda especular, un resultado histórico, y tres puntos que alfinal cuando se pase raya, pueden ser decisivos.