Mata y Torres pueden decir que son campeones de todo en Europa, de la Eurocopa con España, y de la Liga de Campeones y de la Europa League con el Chelsea. Bien es cierto que esta última por la maldición en el descuento del Águila roja portuguesa. El Benfica de Jorge Jesús perderá este curso una Liga en el único partido que ha caído en su Liga -gol en el minuto 91 de Kelvin contra el Oporto 2-1-. Y cayó en la final de Europa League por un soberano cabezazo de Ivanovic también en el descuento. Lágrimas rojas. El Benfica le superó en muchas fases, pero le falló la puntería contra un equipo de Benítez que presentó su peligro en forma de disparos lejanos -marca Lampard especialmente- y contragolpes. Discreta actuación de Mata y esencial Torres en el primer gol burlando a Garay y al portero.
El histórico Benfica, que desde 1962 no ganaba una final a lomos de su mito Eusebio, fue más equipo que el Chelsea en muchas fases del primer acto. Presionó más y mejor, agregando más intensidad y valentía que el enemigo. Armó su juego alrededor del estupendo trabajo de Rodrigo en la mediapunta y Matic en el doble pivote, con mucha gente doblando en ataque, incluidos los laterales. Pero se olvidó en Portugal la puntería, acaso lo único en su debe.
Cuando todo parecía destinado a la prórroga. Lampard sacó en córner e Ivanovic fue a por esa pelota hacia atrás para conectar un imponente cabezazo perfectamente colocado. Era el descuento, una estaca en el corazón del Águila. En la otra área un último pelotazo suelto, con fallo de Ivanovic, a punto estuvo de costar el empate 2-2. Pero no, su compinche, otra vez, estorbó lo suficiente.