Opinión – La semana pasada afirmamos y probamos que el Ministerio del Interior entregó entradas gratuitas a barras bravas en partidos del seleccionado uruguayo (1).
Citando documentos judiciales y declaraciones dejamos claro que el Ministerio del Interior que hoy critica a clubes que entregaban entradas hacía exactamente lo mismo que estos: dio beneficios que está prohibido dar a barras bravas.
En la interpelación quedó claro también la participación de la esposa del Ministro y diputada por su propio partido en el relacionamiento con las barras bravas.
Las declaraciones de la propia diputada son contundentes en ese sentido, llegando incluso a afirmar que ella calmaba los ánimos de la Policía en la tribuna Ámsterdam, que cantaba canciones contra la Policía e incluso que el referente y líder de una de la barras la había hecho pasar en forma preferente a ella y 20 amigos por controles de ingreso a partidos internacionales (2) y (3).
El Ministro en la interpelación afirmó que su esposa había ido una sola vez a la tribuna Ámsterdam. Como en otras ocasiones, mintió. Olvidó que la misma diputada declaró a la prensa que había ido varias veces (2).
Más allá de lo grave de todo esto surgió un hecho importante: el rol que un familiar directo de un Ministro tenía en lo que estaba sucediendo.
Un amigo de la diputada, quien se autoproclamó jefe de la barra y referente, y la hizo entrar a ella y 20 amigos a partidos internacionales, declaró ante la Justicia que el Ministerio del Interior le había dado en tres partidos de la selección uruguaya de fútbol por las Eliminatorias 100 entradas (por partido) (4).
Esa preferencia de autoridades del Ministerio del Interior por familiares y amigos surgió más de una vez durante la interpelación.
En latín, “nepos” significa “sobrino» o “descendiente“.
De ahí que la Real Academia Española defina como nepotismo a “la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”. (5)
Ese nepotismo imperante en el Ministerio del Interior fue probado, pacientemente, en la interpelación de marras.
Decimos “pacientemente” porque las respuestas que se nos fueron dando no fueron precisas en primera instancia, lo que obligó a repreguntar más de una vez para lograr la información.
Teníamos ya la información que el Ministro Bonomi había contratado como asesor, sin concurso ni procedimiento competitivo, nada más y nada menos que al hijo del Director de la Oficina Nacional del Servicio Civil (ONSC) dependiente de la Presidencia de la República.
Esa Oficina tiene como misión “promover la profesionalización y desarrollo del servidor público, tendiente a asegurar una administración eficiente y actualizada, orientada a la sociedad” (6).
Pese a esa misión, el hijo del máximo jerarca de la Oficina ingresó a trabajar como asesor del Ministro del Interior en forma directa, sin llamado alguno ni concurso.
Esa agachada nos llevó a profundizar en otros vínculos.
Gracias a la información que un prestigioso ciudadano nos hizo llegar, preguntamos quien había designado a una persona como psicóloga en la Dirección de Asuntos Sociales del Ministerio.
La respuesta del Ministro fue lacónica: la designó el Director de Asuntos Sociales.
Tuvimos que volver a preguntar el nombre del Director que lo había hecho.
Al contestar el Ministro surgió lo evidente: el Director de Asuntos Sociales había nombrado a su propia hermana.
De ello también surgieron dos nuevos hechos: existe una denuncia que se tramita ante la Justicia en la que se afirma que la hermana no tendría la titulación correspondiente.
También que en la misma Dirección el mismo Director había nombrado a su “nepos” (sobrino) en un cargo informático.
Increíblemente, el referido Director sigue en su cargo pese a que el Ministerio resolvió dejar sin efecto el vínculo familiar con su hermana y que nombró a ésta y su sobrino en la misma Dirección que él dirige.
También preguntamos si el encargado de la novel Unidad Aérea del Ministerio del Interior tenía algún parentesco con alguna autoridad ministerial.
El Ministro cedió la palabra al Sub Secretario y este contestó que «en la actualidad, no».
Obviamente la afirmación “en la actualidad” llamó la atención y el Senador Luis Alberto Heber repreguntó si antes lo había tenido.
Ahí el jerarca reconoció que era el hijo de su anterior pareja y, además, había sido su custodia personal antes de acceder al cargo de marras.
Nepotismo, nepotismo.
La contratación de familiares cercanos, la preferencia a parientes en los empleos públicos, es una práctica que debe rechazarse. Máxime cuando quienes ingresan lo hacen sin seguir procedimientos públicos y transparentes de concurso, como es el caso del propio hijo del Director de la Oficina Nacional del Servicio Civil.
Obra en nuestro poder información que estos no serían los únicos casos y que existen otros hijos y entenados que habrían ingresado al Ministerio del Interior en estos años. Ya hemos hecho los Pedidos de Informes correspondientes.
Quiere decir que a una gestión con malos resultados, aumento de homicidios, rapiñas y hurtos, se ha sumado el ingreso de familiares.
Lo que revela que no sólo la gestión de las autoridades es mala, sino que el amiguismo y el nepotismo se han hecho presentes en la misma.
Es precisamente de esa gestión y sus resultados que les hablaré la próxima semana.
Hasta entonces.
Por Pedro Bordaberry