NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO – MUNDO – Alan García,falleció tras dispararse en la sien y sufrir tres paros cardiorrespiratorios.
Después de dispararse en la sien derecha y sufrir tres paros cardirrespiratorios, el presidente Alan García falleció en el hospital José Casimiro Ullóa de Lima.
García, dos veces presidente peruano, estaba a punto de ser detenido cuando aprovechó un descuido de personal de la fiscalía, subió a su habitación en el primer piso, tomó su arma y se disparó en la sien derecha.
Era aproximadamente las 6.14 horas cuando un fiscal y cinco policías llegaron a la residencia en el barrio Miraflores, donde García volvió a vivir luego de ser expulsado de la residencia del embajador uruguayo, país que le negó el asilo político.
Hasta ese episodio García estaba radicado en Madrid, con su esposa y su hijo menor, de 14 años.
Pero el viaje a Lima por cuestiones personales coincidió con denuncias en la justicia y la fiscalía terminó reteniéndolo partir de un cierre de fronteras.
El expresidente fue citado varias veces a declarar y todo parecía indicar que sería detenido para ser procesado.
Este período de incertidumbre para el expresidente terminó en la mañana de este miércoles, cuando el fiscal y los policías informaron a la guardia del exmandatario y a su secretario privado que había una orden de detención preliminar para él.
El líder del APRA bajó de las escaleras de su casa y el fiscal le solicitó aproximarse al primer piso pues tenía la orden para realizar un procedimiento.
«El expresidente le pregunta que tipo de procedimiento, pero el fiscal se niega a responder y lo invoca a bajar de las escaleras», comentó el abogado de García, Erasmo Reyna al Canal N.
García caminó hacia su habitación y segundos después se escuchó la detonación.
EL METRO DE LIMA
García es investigado por sobornos presuntamente pagados durante la construcción del metro de Lima durante su gobierno entre 2006 y 2011.
Detrás de esas obras está la constructora de origen brasileño Odebrecht, hallada responsable de sobornos en obras públicas realizadas en al menos una docena de países latinoamericanos.
El alcance es de tal magnitud que y han sido presos o han sido enjuiciados los últimos cuatro presidentes de Perú con distinto grado de responsabilidad.
Alan García (1985-1990 y 2006-2011), Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y el recientemente destituido Pedro Pablo Kucyznski (2017- 2018) tienen alguna relación con los sobornos
Odebrecht aceptó en 2016 un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos al reconocer el pago de unos 800 millones de dólares a funcionarios corruptos en toda América Latina a cambio de grandes contratos de construcción de infraestructura.
En Brasil -donde el caso fue denominado Lava Jato- está preso nada menos que el expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva y ha estado detenido Michel Temer, quien sigue siendo sospechoso de recibir coimas a través de representantes parlamentarios.
El escándalo ha llevado al encarcelamiento de numerosos políticos en toda la región, especialmente en Perú, donde el expresidente Pedro Pablo Kucyznski fue detenido la semana pasada como parte de una investigación por lavado de dinero sobre sus vínculos con la compañía.
El estrés por la inminencia de detenciones trascendió a García. Sufrió un pico de presión el anciano expresidente Kuzcinscky -sucesor del aprista- y también de ser hospitalizado por problemas de salud el exministro Luis Nava, colaborador del gobierno Alan García. Ambos están acusados de recibir sobornos de Odebrecht.
Aliados de Kucyznski en el congreso dijeron que él también fue llevado la noche del 16 de abril a una clínica local con presión arterial alta.
Un juez peruano ordenó la detención de Kucyznski la semana pasada durante diez días mientras investiga pagos no revelados que le hizo Odebrecht hace más de una década . Una audiencia está programada para este miércoles 17 de abril para decidir si se incrementa su detención a tres años
García, de 69 años, es un populista radical cuya errática primera presidencia en la década de los ochenta fue marcada por la hiperinflación, la corrupción rampante y el ascenso del movimiento de guerrilla Sendero Luminoso.
Cuando regresó al poder dos décadas más tarde, lideró un gobierno más conservador, que contribuyó a un auge de la inversión en materias primas en el que Odebrecht desempeñó un papel muy importante.