19 de Abril – Conmemoración del Desembarco de los 33

Un 19 de Abril como el de hoy, pero de 1825 desembarcaron en Soriano, en la playa conocida como «la Agraciada», los simbólicos 33 orientales. Allí, reiteraron -al mando de Juan Antonio Lavalleja- el juramento que habían hecho en Buenos Aires: liberar la patria o morir por ella.

Leyenda Patria – Juan Zorrilla de San Martín (Fragmentos)

Mirad: del Uruguay en las espumas,
Del Uruguay querido,
Brota un rayo de luz desconocido
Que, desgarrando el seno de las brumas,
Atraviesa la noche del olvido.
Semeja el fleco ardiente que colora
A la lejana estrella vespertina
Que el sueño de las tardes ilumina.
Es primero un albor… luego una aurora…
Luego aviva… y se eleva… y se dilata,
Y, encendiendo el secreto de la niebla,
En fragoroso incendio se desata,
Que, en el cercano monte,
Destrenza su abrasada cabellera
Y salpica de luz el horizonte,
Y en el cielo uruguayo reverbera.
Despiertan los barqueros… ya es la hora;
Y, al chocar de los remos sobre el río,
Alzan la barcarola de la aurora
De ritmo audaz y cadencioso brío,
¡La eterna barcarola redentora!
Caen de los sauces las dormidas arpas
Por impalpable mano arrebatadas;
La selva entona de la patria historia
Los no aprendidos salmos inmortales;
Al beso de la luz se alza la guerra,
Y brotan de la tierra
Palpitantes recuerdos á raudales.
En luminosa ebullición sonora,
Los átomos alados
Nadan en luz en torno de la aurora.
Y despiertan los cantos olvidados
Que en el juncal dormían,
Los que en el bosque errantes se escondían,
Los que en las nieblas mudos se arropaban,
O sin eco en el aire discurrían,
E, impulsos sin objeto, desmayaban.
Y entre la luz, los cantos, los latidos,
Roja, intensa mirada
Que por el campo de la patria hermoso.

Paseó la libertad, pisan la frente
Del húmedo arenal Treinta y Tres hombres;
Treinta y Tres hombres que mi mente adora,
Encarnación, viviente melodía,
Diana triunfal, leyenda redentora
Del alma heroica de la patria mía.

Todo acabó… Ya el mundo
Firme al novel batallador escucha
Dictar sus leyes y escribir su historia,
Y al solio de los pueblos lo levanta
Que, aun cubierto de polvo de la lucha,
Trepa el guerrero con serena planta.
La patria redención ya consumada,
Exige el culto de sus hijos fieles,
En el altar del alma conservada.
Tú, á la sombra feliz de tus laureles,
Patria, patria adorada,
En tu tranquila tarde del presente,
De tus santos recuerdos al arrullo,
Duerme ese sueño de los pueblos grandes,
De paz y noble orgullo.
Rompa tu arado de la madre tierra
El seno en que rebosa
La mies temprana en la dorada espiga,
Y la siega abundosa
Corone del labriego la fatiga.
Cante el yunque los salmos del trabajo;
Muerda el cincel el alma de la roca,
Del arte inoculándole el aliento;
Y, en el riel de la idea electrizado,
Muera el espacio y vibre el pensamiento.
En las viriles arpas de tus bardos
Palpiten las paternas tradiciones,
Y despierten las tumbas á sus muertos,

A escuchar el honor de las canciones.
Y siempre piensa en que tu heroico suelo
No mide un palmo que valor no emane;
Pisas tumbas de héroes…
¡Ay del que las profane!
Protege, ¡oh Dios! La tumba de los libres;
Protege á nuestra patria independiente,
Que inclina á Ti tan sólo,
Sólo ante Ti la coronada frente.

Mirá también

Colación de grado del CERP en Patio de Casa de la Cultura de colonia

La Intendencia de Colonia a través de la Dirección de Cultura, informa que en los …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.