Tejedoras rurales se capacitan y emprenden

Un grupo integrado por una veintena de tejedoras y tejedores de Treinta y Tres y Cerro Chato realizó una exposición de productos elaborados en el marco del Proyecto “Desarrollo de capacidades productivas y comerciales de tejedoras rurales”, e pasado viernes 18 de setiembre en el Galpón de Ventas de la Rural del Prado.

El evento, que incluyó una demostración en vivo de diferentes técnicas como el hilado en rueca y fieltro, contó con la presencia de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, de la impulsora del programa SEMBRANDO, Lorena Ponce de León, de la Coordinadora General de Descentralización, Desarrollo y Cohesión de OPP, María de Lima, y el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana, Miguel Sanguinetti.

Las tejedoras explicaron que, en el marco de este proyecto, recibieron capacitación en técnicas y herramientas de tejido artesanal, apoyo en el armado de prototipos e identificación de materias primas para la elaboración, y talleres con eje en diseño y comercialización. La idea, contaron, fue ir profesionalizándose en el oficio pero siempre manteniendo diseños inspirados en las identidades locales, uno de los principales diferenciales de sus productos.

Su participación en la Expo Prado no solo les permitió dar visibilidad al proceso vivido frente a medios de comunicación y actores claves, sino también que fue una buena oportunidad para posicionarse como empresarias, establecer contactos comerciales y dar a conocer la calidad de sus productos.

María de Lima, quien concurrió en representación de OPP, aseguró que se trata de una “muy buena experiencia de trabajo y articulación de mujeres rurales” que tiene como objetivo “promocionar un trabajo que tiene impacto en la producción y la economía, pero que también revaloriza el diseño y el arte de tejer, de usar la rueca, de innovar en el rubro”.

Desde OPP se entiende “fundamental” este tipo de intercambios ya que “estimula el producto pero también permite a estas mujeres empoderarse en lo que hacen y saben”. Y agregó: “este tipo de políticas son las que hacen a la esencia de lo que queremos lograr desde OPP para estos próximos cinco años”.

Rosa Lamadrid, quien integra el grupo Tejiendo Sueños, contó que una vez cada 15 días las tejedoras de Cerro Chato se reúnen en la junta local a “tejer, compartir y aprender todas juntas”. Esa idea del valor del aprendizaje colectivo y de la importancia de vincularse con colegas de otras localidades, es compartida por todas las tejedoras que se hicieron presentes en la Rural del Prado.

Rosa les contó, por ejemplo, que las tejedoras de Cerro Chato trabajan con productos naturales: “sin nada de químicos, sino con lana teñida con yuyos como la marcela, yerba, cáscara de naranja o remolacha; para cuidar el medioambiente”.

Ileana Odíseo del Grupo Zalea de Treinta y Tres destacó que en el marco de este proyecto no solo aprendieron cómo trabajar con la lana, sino que “también sobre asociativismo y capacitación sobre cómo formar una empresa, ¡que es clave!”.

En su opinión, haber llegado a la Rural del Prado, “es entrar por la puerta grande”.

Rosa subrayó que formar parte de un evento de estas características es “muy importante”, como tejedoras pero también como artesanas.

“La artesanía es algo que se ha ido perdiendo mucho. ¡Los artesanos tenemos que unirnos! Esto es unir, aprender cada una de la especialidad de la otra, sea el telar o el fieltro. Juntas nos vinculamos y aprendemos. Queremos potenciar esta alianza entre tejedoras para seguir creciendo juntas”.

Sobre el proyecto “Desarrollo de capacidades productivas y comerciales de tejedoras rurales”

El proyecto fue impulsado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto a través del llamado a Iniciativas para el Desarrollo Económico Territorial 2018. Fue ejecutado a través de la Sociedad Fomento de Treinta y Tres teniendo como socio al Secretariado Uruguayo de la Lana y el apoyo de la Intendencia Departamental de Treinta y Tres. Además contó con la colaboración de la empresa Sellin y la Escuela Universitaria Centro de Diseño/Universidad de la República (EUCD/UDELAR).

Su objetivo ha sido contribuir al desarrollo de capacidades productivas y comerciales de tejedoras rurales de la Zona Este (y su entorno regional) vinculadas por la cadena ovina de producción, fomentando procesos de desarrollo económico territorial a partir de la lana.

En esta iniciativa se priorizó fortalecer las habilidades vinculadas al diseño de los productos, así como en promover la cooperación y el trabajo en red para implementar una estrategia de salida al mercado. Se buscó fomentar una articulación efectiva entre actores públicos y privados con anclaje territorial relacionados con este sector de la economía.