Uruguay volvió a ser Uruguay ante un Brasil superior

BRASIL TRIUNFÓ 2 – 0.

Gracias a Dios hemos sostenido, sostenemos y seguiremos sosteniendo; que los resultados no nos cambiarán los conceptos futbolísticos.

Si usted nos sigue y va hacia atrás, a nuestros archivos, creo que en el acierto o en el error hemos sido coherentes en nuestra opinión.

Y así como le dijimos el otro día qué Uruguay no había sido brillante, ni repetimos como loros – «que la presión alta, el avasallamiento, el desborde; que titulaban las grandes marquesinas de los grandes vendedores de humo» – ante Colombia, donde Uruguay solamente con orden, aplicado, aprovechó los errores de una tibia y pobre Colombia, golpeando en los momentos justos y obteniendo si, un resultado claro en los números – sin mostrar más allá de algún muy buen rendimiento individual nada extraordinario en lo colectivo. Y lo volvió a demostrar ante Brasil.

Uruguay sigue siendo un equipo al cual se le complica ante cualquier rival de mediana jerarquía que intente «jugar fútbol» -Ud. futbolero entiende-, que colectivamente genere -ni hablar de los norteños- quien le quitó la pelota, se paró casi como local, no cometió los groseros errores del rival anterior uruguayo, y el once de Tabarez sólo insinuó algo e inquietó en el inicio a través de Núñez y un centro qué Cavani no pudo conectar con certeza.

Muy poco para una presentación en el Centenario.

Después más de lo mismo, jugadores que se volvieron a perder en un esquema conservador -lo hemos dicho muchas veces- le va a costar en este esquema al Nico Dela Cruz -enorme jugador-, donde uno escucha a los «que saben» (grandes medios), y repiten y repiten «cómo corre Nandez» -hay que avisarles que no es una Maratón-, hay que manejar «eso redondo» -la globa- primero y ante todo, esencial, correr después. Generación de fútbol, circuitos, apoyo, desdoble… cero.

Es muy difícil así juegue quién juegue arriba – acordarse que si no lo resolvían Suárez o Cavani lo solucionaba el hombre de la cabellera dorada, pero Forlán no está, y hace rato dejó al desnudo el «tan mentado proceso».

En el segundo tiempo Uruguay no pateó al arco – no entendimos los cambios -, no porque no puedan jugar Arambarri – Rodríguez, sino por lo que se quiso buscar en cancha. Querés ir «a buscar», metés gente rápida liviana y le quitás a los que se las pueden poner «redonda». Brasil con ausencias también claves, sin embargo se las ingenió, fiel a su estilo, para llevarse los tres puntos de visita, casi sin sobresaltos.

Esto recién arranca, van cuatro partidos, y como siempre seguramente, será entreverada no fácil para los celestes.

Una pena, porque con el potencial futbolístico que se tiene, creo se está en condiciones de querer, aspirar a algo más.

Si usted quiere, el balance puede resultar positivo en esta ventana. Si antes del arranque se estaba casi – casi conforme con 2 puntos.

Se lograron 3 ante Colombia -impensados por la manera-, y por eso a pesar de la poca evolución colectiva que muestra Uruguay; podríamos decir, y mirando los resultados, que hasta se corrió con suerte.

En definitiva. Lo de siempre, somos Uruguay. Ni muy… muy; ni tan, tan.
La tendremos que pelear hasta el final, como siempre, «con proceso» o sin proceso, según marca la historia.

Alex Hernández

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