De pequeños nos enseñaron que los que saben deben jugar juntos. Por aquello tan sencillo de entender que, «hablan el mismo idioma», es fácil, no tiene misterios el fútbol.
De La Cruz en el banco y Torres que sale cuando ingresa Nicolás, uno de los volantes más completos del continente.
Un primer tiempo para el olvido.
Uruguay no pateó al arco, la más clara la tuvo Venezuela en la zurda de Savarino. Elogiar lo de Torres, crack ; – un pibe – que buscó insertarse en un equipo que no existe como tal; al cual no se le puede poner una mochila, con su edad, en un paisaje futbolístico colectivo inexistente.
SEGUNDA PARTE Y CAMBIOS DIFÍCILES DE DIGERIR
Mas de lo mismo. Una defensa frágil, así se pare con tres, con cinco o con ocho, como Ud. quiera. Generación de fútbol cero, y si a ello le agregamos que cuando ponés a «uno que canta bien» , le sacás al mejor músico, es difícil.
Poco para agregar. Que le faltaron a Uruguay Cavani – Bentancur, sí; pero la celeste tiene plantilla para suplir y remplazar a un nivel mayor que una débil Venezuela, a la cual le faltaron seis jugadores titulares.
Muslera bien. Cáceres por lo que pone y tratando de corregir y auxiliar en el fondo; muy solo Torres, bien ingresó De la Cruz, y Suárez si no le compramos un calderín difícil la agarre, no hay quien se la arrime.
En Venezuela Graterol bien, tapando la única que tuvo Uruguay a los 78′. Defendió con lo que pudo, ordenada la vino tinto, buen partido de Savarino – Otero en la mitad, y Martínez fue una pesadilla para el fondo celeste.
Mal partido, deficitario lo de Uruguay. Meritorio lo de una Venezuela de segunda mano.