Argentina ganó 1 a 0 el clásico rioplatense por la Copa América en un juego dónde Uruguay mostró una inoperancia individual y colectiva que llama la atención por algunos rendimientos que no están a la altura de sus antecedentes, en referencia al nivel que muestran en sus equipos.
Un partido jugado de guante blanco; entrecortado sí por momentos, pero sin demasiada pierna fuerte, emociones, ambos saben que van a clasificar; pasan 4 de 5 lo que eximiría de cualquier comentario si alguno quedara afuera.
Uruguay no pateó al arco.
Un disparo de Bentancur a los 42′ del primer tiempo débil lejos, afuera; y en la segunda parte una pelota cruzada puesta por Viña que no alcanzaron ni Cavani ni Suárez, fueron las llegadas más peligrosas del equipo de Tabarez.
Argentina no pasó sozobras y en determinado momento; en la segunda mitad le prestó la pelota a Uruguay cómo sabiendo que su rival con el útil en su poder, teniendo que ir a buscar, tampoco lo iba a lastimar; por falta de ideas futbolísticas.
El equipo celeste genera muy poco en el colectivo, no va por afuera ni por dentro, no tiene nexos, con un medio campo confundido en sus roles y cómo desde hace mucho tiempo con un Suárez y un Cavani, «a la que te criaste» tratando de que resuelvan por sí solos pero encontrándose con un presente en el cual ni siquiera se les acerca el balón.
Se perdieron muchas pelotas sencillas que Argentina no las culminó bien; la zaga no se muestra firme -tal vez producto del funcionamiento colectivo endeble- y tal vez producto de un esquema, una estrategia de juego que no muestra con claridad «el como pararse en cancha».
Argentina pasó una noche tranquila demostrando que tiene un entrenador aunque novato; con la valentía de echar mano, jugarse a un recambio de verdad sin encandilarse con las luminarias, los nombres, metiendo en campo y dando confianza a jugadores como el «Dibu» Martínez en el arco, Molina, Guido Rodríguez, Romero, Nico González, sin perder la identidad y generando un marco para que Messi en los momentos que se enchufa pueda ser desequilibrante.
En definitiva termina ganando bien Argentina, sin transpirar demasiado. Lo de Uruguay no es nuevo, tendrá que mejorar y mucho de cara al futuro si quiere mantener la expectativa de pelear cosas en alta competencia.
Buena madera hay, como para que «el mobiliario», el producto sea de «Alta Gama»; habrá que ver si al carpintero le da el tiempo y la capacidad como para » tallarla» adecuadamente y colocar cada pieza en su lugar.
Luis Víctor II