CON GOLES DE OCAMPO Y CÁNDIDO TRIUNFÓ 2-0 EL TRICOLOR
Cómo quiere que se lo desgloce…? se lo describa; con la euforia del hincha tricolor o la impotencia de la parcialidad aurinegra.
Como siempre se lo vamos a contar como lo vimos. Con respeto y respetando el análisis que Ud. pueda hacer, pero; no mezcle gofio con pan rallado.
Por eso sienta mejor sin camisetas, sin radio, sin TV.
Un clásico con un primer tiempo raro, impreciso, donde la premisa en el fútbol es «que corra la pelota», » hacerla correr » y se vio dos equipos donde sus jugadores en el afán te ponerle ritmo – ganas – «intensidad» se usa ahora ; y jugar rápido jugaron apurados – iban adelante de la pelota – ; y mal, errando muchos pases, quedando mal parados en el balance , sin generar nada interesante en lo colectivo y donde ambos llegaron una vez en 45′ sobre el arco rival.
Opaco primer tiempo.
En la segunda mitad no varió demasiado el fútbol ; lo que si varió fue la presencia de algunas individualidades que, para nuestro fútbol el chacarero, el interno, son diferentes. Le pusieron algo de «pimienta».
Torres le cambió la cara a Peñarol y el aurinegro en un buen lapso de la segunda parte sin ser nada del otro mundo lo superó a Nacional ; y tal vez cuando nadie lo esperaba, después de un cambio que cuesta entender de Larriera -Acosta por Pereira salvo alguna lesión de este último- llega un pelotazo cruzado de Canteras otro distinto; -lo hemos dicho en comentarios anteriores tiene que ser titular, que se la pone en el pie a Ocampo, este desnivela en el mano a mano y define entre las piernas de Dawson, en gran manera para poner el 1-0 en favor del tricolor.
Lo sintió y demasiado Peñarol, siguió cometiendo errores sobre todo en las salidas desde el fondo y en otro error, Cándido ganó la pulseada encara y define cruzado bajándole el telón al juego.
Diferencias futbolísticas, pocas, ni para uno ni para otro, Nacional lo gana bien siendo contundente, capitalizando al máximo el error adversario ante una defensa que no termina de transmitir seguridad alguna.
Estamos convencidos que le falta jerarquía en la parte final al carbonero, no alcanza tener buenas condiciones condiciones para jugar en un equipo tan grande.
No repitió Gargano en el medio, Cepelini algo en los primeros 25′, Cannobio mucho recorrido y poco fútbol; Álvarez muy solo y a Torres no le alcanzó para hacer la diferencia.
En Nacional la solvencia y la jerarquía de Rochet.
A los arqueros de los equipos grandes les llegan una vez y la tienen que atajar.
Rochet ataja, «esa» que hay que atajar y hace diferencia.
Otro muy buen partido de Marichal, en la mitad la presencia de Piriz, Canteras le cambia la cara al equipo, Bergessio no apareció, y si apareció Ocampo, veloz , encarador, y que en una jugada individual comenzó a inclinar la balanza en favor del bolso.
Otro pobre arbitraje de Tejera en la primer jugada del partido Corujo debió ser amonestado iban 20″, a los 12′ del segundo tiempo se le hubiera terminado el juego Neves debió ser expulsado por doble amonestación, minuto 20′, se lo marcó Capuccio con el cambio.
Un árbitro con poca personalidad en lo disciplinario y con muchas faltas técnicas; qué bueno, tuvo la dicha de arbitrar un clásico -lo dijimos también, seguramente Jimmy Álvarez llegue a arbitrar algún clásico- anótelo, lo que marca el nivel y el manejo del mundo arbitral.
Esto renglón aparte; porque en la cancha en un partido que no tuvo muchas luces; y como local, Nacional lo gana con justicia, aprovechando los momentos en el partido.
Luis Víctor II