Que quiere que le diga, en este momento de euforia, lo que Ud. quiere leer – «escuchar» -, o lo que objetivamente y también muy contentos por la victoria pensamos?.
Le voy a decir lo que pienso, -puede compartirse o no- hoy, cuando todo es «bombos y platillos» – y repito, muy feliz por el triunfo.
Primero que nada, se le ganó a un gran rival como Colombia, y nuevamente marcando puntos altos en el plano individual.
Segundo, se regalaron 45′ minutos, donde en la primera parte de la clase el «maestro» se vuelve a equivocar y feo, cambiando la mitad del terreno, que había tenido en Gargano el socio ideal, para Arévalo Ríos, agregando a la marca, la claridad que no tienen otros volantes con la pelota.
Y se regalaron 45′, gracias a Dios sin que sucediera nada anormal en el resultado, y las cosas salieron bien en la segunda mitad, dónde Gargano fue clave, Stuani fundamental -y no por la sabiduría de Tabárez- sino por el buen momento de ambos, que demostraron una vez más que los planteos, los sistemas, las figuras tácticas se rompen, «las rompen» los buenos jugadores y en este caso nuevamente las individualidades que aparecieron en la segunda parte, Gargano – Stuani, Suárez – Cavani, volvieron a salvar la plata. En el fondo muy buen debut de Giménez, – que ni en el proceso de Verzeri estaba en el primer semestre del año – y sin dudas ya es mucho más zaguero que Lugano, amén de faltarle muchos adimentos – con tan sólo 19 años; lo de Scotti regular y buena la vuelta de Fucile, con un Muslera que sigue creciendo.
Se ganó bien, haciendo buenos segundos 45′, había que ganar que es lo mas importante, y sacando a relucir en los momentos límites la estirpe del jugador uruguayo mas allá de los nombres – algunos números puestos – otros no tanto, que está comprobado que en estas lides es muy difícil de doblegar.