Por Néstor Pedreira – El poder y el dinero dignifica al justo y solidario pero corrompe al débil y fortalece al corrupto. Lamentablemente en la OFI abundan los intereses personales por sobre la esencia misma de nuestra Organización.
Mientras ellos se dan vida de profesionales, el dirigente del interior «suda sangre» para subsistir, mientras ellos viajan en Primera Clase, el dirigente del interior rema en «dulce de leche» mientras ellos negocian en dólares, el dirigente del interior vende tortas fritas, mientras ellos mantienen el discurso con su demagogia berreta. El dirigente del interior se volvió malabarista de exigencias económicas en un fútbol empobrecido.
Defender y mantener ciertos estamentos no es retroceder, evolucionar es crecer en base a méritos propios, sin embargo de un tiempo a esta parte, el Consejo Ejecutivo de la Organización del Fútbol del Interior y muchos dirigentes afines a esta política han entregado nuestra soberanía.
A poco más de un año queda en evidencia que la maniobra que se perpetró en Fray Bentos avaló el Acuerdo del 2015. Simplemente una traición que tenía un único fin, entregar el fútbol del interior a la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Podemos seguir en la comodidad de nuestra ignorancia y ser «carneros» del poder político y económico impuesto por los traidores que gobiernan OFI apañados por AUF o definitivamente patear el tablero y recomponer nuestra vieja y querida Organización del Fútbol del Interior.
La pelota es nuestra pero el partido lo estamos mirando desde la tribuna.