Un primer tiempo sin palabras. El análisis se lo dejo a «los estudiosos – misteriosos» del fútbol de hoy día.
Eximen explayarse los primeros 45´ , porque el fútbol faltó a la cita.
Peñarol no pateó al arco, y Cerro Largo que a puro laterales y centros complicó a una endeble defensa aurinegra, marcándole un gol – en una pelota que cruza toda el área – y otro que; el trazado de líneas ( que a veces parecen «torcerse» según el peso histórico de algunas camisetas ), una uña; le privó tal vez de cambiar la historia del juego. Nefasto primer tiempo.
En el segundo la cosa varió un poquito, no mucho. Fernández entró algo más en contacto con el balón y es – en este ,nuestro futbol – quien puede hacer la diferencia, -los cambios – que cuando fortuitamente tienen el efecto inmediato como el gol de Sequeira , se le da la derecha al técnico ( aunque después poco y nada en el contexto del colectivo ); esas cosas que tiene el futbol; que no nos cambian el concepto futbolístico, porque en líneas generales fue muy pobre lo de Peñarol ante un Cerro Largo, que aguantó hasta que pudo – «bien amontonaditos» en la primera parte ,( corriendo mucho ) decía un viejo técnico de nuestro baby, «pa que no pasen» – para los especialistas de hoy un planteo táctico notable, ( mientras aguantan el resultado ) pero que sintió el rigor en lo físico y se fue apagando para quedar casi sin respuestas después del segundo gol, golazo de Leo Fernández para Peñarol.
Mallada entró bien, «El Cepillo» González «intimando» con Fernández le puede dar mas que Darias, en cuanto a volumen y generación de juego de mitad de cancha hacia adelante; Cabrerita – el Martinuccio de Aguirre creo – hace «el trabajo sucio» que muchas veces no se ve, pero falta y mucho.
En Cerro Largo dentro de lo suyo, nos gustó Mauro Brazil en el fondo, Rabino en la mitad , y Nuñez que por su movilidad inquietó a una defensa carbonera que deberá «rendir mucho más».
Otro debut de un grande, que como te decimos siempre, para lo nuestro de cada día, con poquito alcanza y seguro les da para pelear arriba. No alcanza para «vender espejitos de colores», «tirar bombinhas»; salvo mejoren y mucho de aquí en más.